Un mundo sin violencia, racismo ni xenofobia: Rigoberta Menchú

La guatemalteca, laureada con el Nobel de Paz en 1992, arribó a Mérida para participar en la Cumbre.

Mérida, Yucatán, a 18 de septiembre de 2019.- Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz 1992, arribó esta tarde a la ciudad de Mérida para participar en la Cumbre Mundial de los Premios Nobel, que albergará a 30 laureados del 20 al 22 de septiembre, siendo el evento que más premiados ha logrado reunir.

La guatemalteca fue recibida en el Aeropuerto Internacional por la secretaria General de Gobierno, María Fritz Sierra, y el director de Aeropuertos Regionales, Héctor Navarrete Muñoz.

A su llegada, dijo que este evento fue idea de varios premios Nobel y del Secretariado de la Cumbre de los Premios Nobel de la Paz, ya que desde hace dos años querían venir a México, y agradeció al gobernador Mauricio Vila Dosal por ser anfitrión de esta Cumbre.

La laureada indicó que la expectativa que tiene de esta importante reunión es de esperanza, ya que “muchos premiados hacen una gran labor en todas partes del mundo, por lo que se espera que el mensaje sea de una paz activa, una paz que construya”, señaló.

Reconoció que abordará el tema de los pueblos indígenas que “han sido sometidos y olvidados por los gobiernos, dejándolos en un abandono que ha durado siglos”. Asimismo, mencionó que parte de sus temas torales serán la movilidad humana, es decir, la migración.

Se le cuestionó de los movimientos humanos centroamericanos que quieren migrar a Estados Unidos, pasando por México, pero se limitó a contestar que eso lo abordará en su ponencia.

También dijo que tocaría el tema de los jóvenes y niños, fundamentales para el desarrollo de las naciones y para construir un futuro mejor, sin violencia, sin racismo, sin xenofobia.

Mencionó que estos tres temas han sido los males que se transmiten de generación en generación, y que “hay que llevar esperanza a los pueblos para acabar con el odio y la violencia”, enfatizó.

La premio Nobel de la Paz 1992 adelantó que dirigirá varios talleres sobre diversos temas como la migración, el papel de los jóvenes y las nuevas tecnologías sociales, y los derechos de los niños.

Rigoberta Menchú y la secretaria General de Gobierno, María Fritz Sierra, se tomaron la foto en una banca conocida comúnmente como “la banca de los enamorados”, que es un par de sillas encontradas de frente, una de la otra, para tener al interlocutor cara cara.

Las muestras de cariño sobre la laureada no dejaban paso libre en el aeropuerto, donde hasta niños pedían tomarse la foto con la internacional guatemalteca, siendo accesible en todo momento, haciendo pausas para atender a la gente que se le acercaba.

Finalmente dijo estar muy agradecida con el pueblo de México, con los yucatecos y con el Secretariado de la Cumbre de los Premios Nobel de la Paz, por el esfuerzo de reunir a la mayoría de los premios Nobel para esta Cumbre.

Mario Lope Herrera