Yucatán, zona clave contra el cambio climático

Afirman que la Península puede transitar al uso sustentable de energías en el país

Mérida, Yucatán, a 13 de noviembre de 2019.- Investigadores reunidos en Mérida coinciden en que es urgente tomar acciones para mitigar los efectos del cambio climático de lo contrario se espera un panorama muy desalentador e irreversible en el funcionamiento del planeta, como cambios en las corrientes marinas, aumento de temperatura en los polos, elevación del nivel del mar y hundimiento de extensiones costeras, como en la Península de Yucatán.

Durante su participación en el programa de actividades por el 40 aniversario del Centro de Investigaciones Regionales de Yucatán (CICY), Omar Masera Cerruti, investigador del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México y Premio Nobel de la Paz, aseguró que Yucatán es una entidad clave para transitar al uso sustentable de energía en el país, pues cuenta con extensiones importantes de selvas y tiene recursos abundantes para aprovecharse como bioenergía, lo cual mitigaría los efectos del cambio climático.

Explicó que para aminorar los efectos del cambio climático se tienen que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, replantear el modelo económico de consumo de energía fósil y transitar a un modelo más sustentable.

Resaltó la urgencia de empezar a cambiar hábitos de consumo y patrones de uso de energía en lo individual, pues “la única energía sustentable es la que no se utiliza”.

Durante la conferencia habló de su trabajo en el campo de las bioenergías y el modelo ecotecnológico como una alternativa energética para la producción de alimento, transporte, cuidado del medio ambiente, reforestación, reciclaje, todo esto como una estrategia diferente impulsada desde el nivel local, regional y global, pues para que funcione, hay que romper paradigmas.

Reveló que México es el país número 12 en emisión de gases de efecto invernadero en el mundo, pues emite el 1.5 por ciento del total global y depende energéticamente en un 95 por ciento de los combustibles fósiles.

Jorge Euán