Seguirán presionando contra ruido de bares

Señalaron que las autoridades municipales no tienen que esperar a que se apruebe otro reglamento, sino cumplir con los que están vigentes

Mérida, Yucatán, 21 de marzo del 2018.- Residentes del Centro Histórico de Mérida, miembros del Movimiento “Todos somos Mérida” expresaron que continuarán implementando acciones hasta obtener una respuesta por parte de las autoridades municipales ante sus peticiones de que se regule el volumen de la música en vivo en restaurantes y bares ubicados en la mencionada zona.

La activista y empresaria Olga Moguel Pereyra expresó que hasta ahora el Ayuntamiento de Mérida no los ha incluido en ninguna mesa de trabajo para elaborar el nuevo Reglamento de Construcción, en el que se regularía la insonorización de negocios.

Sin embargo, resaltó que “eso de que hay que esperar el Reglamento es una falsa afirmación”, ya que existen normas que regulan los decibeles de los negocios. “A reserva de hacer un reglamento precioso que contemple muchísimas cosas necesarias, lo que estamos pidiendo desde hace tiempo es que la autoridad cumpla con su deber y con las normas”, puntualizó.

Agregó que se han hecho peticiones al respecto de manera grupal e individual desde hace casi 10 años, por parte de residentes yucatecos y de otros estados o países, quienes “no son un grupo de gringos ociosos”, sino que son “activos participantes de la vida comunitaria que están a favor de la música, la diversión, la juventud, el comercio responsable y la vida económica”. Insistió en que la propuesta no ha sido que se cierren fuentes de trabajo ni espectáculos al aire libre.

Por su parte, la representante de la asociación civil “Pastoral del Amor” y quien fuera candidata a la alcaldía de Mérida por el PRD en el 2012, Teresa Loret de Mola recordó que cuando su padre, Carlos Loret de Mola Mediz fue gobernador del Estado “se cerraron muchísimos bares, se combatió el alcoholismo y la prostitución”, por lo que “en honor a él” pidió que “se pongan límites, ya que la diversión ilimitada corrompe el ala, a la persona, las formas de vida y a la sociedad”.

Eso sí, reiteró que el objetivo no es cerrar restaurantes o bares sino  “que se pongan los límites para hacer una sociedad saludable, civilizada y no nada más que cada quien haga lo que le dé la gana”.

El fotógrafo Willem Schalkwijk comunicó que el ruido en el Centro Histórico es un problema de salud que se resolvería “aplicando los reglamentos” e invitó a las autoridades de la comuna a conseguir equipo, como un sonómetro, para verificar si los negocios de la zona cumplen con la Norma Oficial Mexicana 081, modificada en el 2013, que regula los decibeles en zonas residenciales, industriales, comerciales, entre otras. Por otro lado, el abogado José Luis Flores Cortés explicó que las autoridades deben hacer una auditoría para revisar si están en orden los permisos de uso de suelo de los negocios.

Finalmente, exhortaron a las autoridades tanto municipales como estatales a cumplir con las normas establecidas e informaron que van a continuar implementando acciones para presionarlas hasta obtener una respuesta al respecto. “No vamos a dar más detalles ahora pero no vamos a quedarnos con los brazos cruzados”, declaró Schalkwijk. (Lilia Balam)