Tiro al blanco:

Las mesas de seguridad en Yucatán iniciaron la semana pasada y no resultó nada halagüeño lo que pasó, cuando  el coordinador de Programas de Desarrollo Social del gobierno Federal, Joaquín Díaz Mena, se presentó al palacio de gobierno y no se le permitió ingresar tal como dio a conocer oportunamente Desde el Balcón.

El argumento para que no ingresara a la sede  palaciega fue que «formalmente» no hay un nombramiento por escrito a favor de Díaz Mena y por tanto no era correcto permitirle que estuviera presente en una junta de carácter privado en donde se tocarían temas que por su misma condición necesariamente tienen que manejarse con hermetismo o sigilo.

Aparte, en el seno de la CONAGO se había acordado que los coordinadores del gobierno federal no serían los responsables de las reuniones en materia de seguridad, sino el gobernador de cada estado, es decir, en el caso de Yucatán, el panista Mauricio Vila Dosal.

Independientemente de que sea o no formal el nombramiento de Diaz Mena, no es una buena señal el hecho de que quien tendrá el respaldo del gobierno federal en Yucatán y el que gobierna por el voto popular a Yucatán, no tengan buena relación, porque en tiempos tan complicados como los actuales y también dado los movimientos diferentes que se están dando en materia política y económica por el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo más adecuado y conveniente es que este tipo de roces, fricciones o disputas personales queden en el pasado.

Porque como bien han dicho ambos personajes, se supone que lo primero para todos sería lograr que no solo no se detenga sino que se impulse con mayor eficacia el crecimiento y desarrollo de Yucatán y para eso se necesitaría la cooperación mutua y el respaldo de uno y otro. A ver qué pasa. (www.desdeelbalcon.com)