Pequeños comercios dispuestos a sobrevivir

Dueños de tienditas en colonias no ven viable vender a domicilio

Mérida, Yucatán, 30 de mayo de 2020.- Rumbo a la reactivación económica que se espera a partir del primero de junio para algunos sectores con el fin de la Jornada Nacional de Sana Distancia, comercios del Centro Histórico y colonias de Mérida, comienzan a planear estrategias.

Tal parece que los micros y pequeñas empresas en la capital yucateca, ya no están dispuestos a mantener detenidas sus ventas por la contingencia del coronavirus, pues ya implementan diferentes métodos para que sus mercancías salgan y generen ganancias.

Como se pretender con las agencias de cerveza, incluso las implementadas por los giros esenciales que se mantuvieron trabajando durante esta cuarentena, ha optado por la venta en línea, por llamada telefónica e incluso vía WhatsApp.

En tanto, en las colonias no es la misma historia, pues tiendas como el de doña Leydi Avilés Camal está lejana en implementar este tipo de ventas, pues afirma que las ganancias son para vivir al día.

“Nosotros no podemos implementar venta a domicilio ya que no tenemos empleados, sería pagarle a otra persona y sería imposible porque apenas sale para la comida”, explicó.

Señaló, que desde el inicio de la pandemia fueron ignorados y nadie les informó sobre las medidas que tenían que tomar como comercios.
“En nuestro caso nos guiamos por las redes sociales y fue que decidimos tomar nuestras precauciones”, indicó.

En cuanto a las ventas, comentó que la contingencia ocasionó que la primera semana hubieran compras de pánico “nadie quería ir al centro o a los supermercados, pero luego vieron una reducción del 30 por ciento y después de la tercera semana empezó a bajar al grado de reducir sus ganancias en un 90 por ciento.

“Estas las últimas semanas la gente ya ni sale, no hay venta y no sabemos si por miedo o ya no tiene dinero porque ve cuando tiempo ya paso”, afirmó.

Señaló, que en algún momento de la contingencia pensó en cerrar, pero los detuvo el saber que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no tiene compasión principalmente para los pequeños negocios como los de ella.

“En algún momento pensamos en cerrar, pero la CFE no tiene compasión por eso continuamos, porque cerrado o abierto la luz es algo que se tiene que pagar; se supone que debió haber bajado el costo de la luz, ya que nosotros como comercios no tenemos subsidio, pero sí apagamos neveras y tomamos nuestras precauciones, pero aun así el recibo vino con dos mil pesos más”, manifestó.

Así como doña Leydi, hay muchos micros y pequeños empresarios que han pasado penurias durante estas últimas semanas con la única encomienda de que los pagos nunca faltaran, aunque las ganancias sean escasas.

Jonatan Hilera