Yaxunah, cooperativa comunitaria modelo

Foto: Cortesía.

Pobladores ofrecen experiencia ecológica, cultural y sustentable

Mérida, Yucatán, 18 de septiembre de 2020.- Yaxunah es una localidad que ha preservado su cultura e identidad, con una población de 700 habitantes y ubicada a 20 minutos de Chichén Itzá, conserva sus costumbres, creencias, lengua maya, vestimenta y casas tradicionales construidas a base de madera y huano.

Sus pobladores, descendientes de la cultura maya, se han organizado en tres grupos: Lol Kum, Compadres y el Parador Turístico, para ofrecer recorridos y recibir visitantes de diferentes partes del mundo, invitándoles a vivir experiencias únicas de naturaleza, gastronomía y cultura, que incluyen alojamiento en cabañas, alimentación y diversas actividades.

En el trayecto se puede escoger entre la Inmersión al Maíz, que es la oportunidad ideal para conocer el proceso de producción de este alimento tan importante para los mayas, que representa el espíritu del pueblo.

Preparación de la Cochinita, típica comida maya cocinada al “horno pib”, bajo tierra y envuelto en hojas de plátano; Talleres de Artesanías, donde artesanas y artesanos muy habilidosos les enseñarán sus obras y lo invitarán a participar en parte del proceso. La visita incluye recorrido a la zona arqueológica y al cenote.

Cenote de Yaxunah. (Foto: Cortesía)

COOPERATIVA COMUNITARIA MODELO

La localidad se ha organizado en una cooperativa que ya es un ejemplo de modelo de turismo comunitario; el 10 por ciento de lo recaudado en cada actividad se destina a un ahorro comunitario para proyectos locales.

Además de tener esta oferta turística, de la que muchos obtienen sustento económico, promueven y mantienen la cultura de la cosecha de frijol, jamaica, calabaza y maíz, con lo que producen maíz con coco, pozole de tortilla, choko sakán y sa’kab de maíz, entre otros productos, de los cuales son consumidores, siendo así, una comunidad sustentable.

Banco de semillas (Foto: Cortesía).

El lugar es pequeño, pero en el Parador Turístico se puede rentar una bicicleta y pedalear hasta la zona arqueológica de Yaxunah, que está a escasos 10 minutos.

Se sabe que esta zona arqueológica estuvo comunicada con Chichén Itzá y Cobá a través de un sacbé o camino blanco, de hasta 100 kilómetros, por lo cual se piensa que pudo ser una frontera política. Alcanzó su máximo esplendor entre los años 900 y 600 a.C.

Las huellas encontradas en el sitio revelan que la ciudad tuvo una agricultura intensa y que debió ser sostén para la numerosa población del norte peninsular, aunque después fuera abandonada y destruida mucho antes de la llegada de los españoles, alrededor del siglo X o XI.

Zona arqueológica de Yaxunah. (Foto: Cortesía)

MUSEO Y GASTRONOMÍA

De regreso al parador turístico, al frente está el Centro Cultural Comunitario de Yaxunah, que cuenta con un jardín botánico, una biblioteca, una sala de usos múltiples y un área de eventos al aire libre. Dentro, se instaló el Museo Comunitario, donde se realizó una museografía que tiene las siguientes áreas: maya, prehispánica de la comunidad (o zona arqueológica local), de entierros prehispánicos y coloniales, de las haciendas coloniales, de ritos, fiestas y tradiciones locales, y de infantes.

Para finalizar, la deliciosa gastronomía local, preparada por las cocineras tradicionales de la comunidad, cerrará con broche de oro la visita por esta comisaría.

El olor de las hierbas quemadas bajo tierra que cubren los recipientes donde preparan la cochinita o el relleno negro, entre otros platillos, llenarán tus sentidos y despertarán tu apetito, para que, con unas tortillas calientitas y recién hechas a mano, se disfrute de los sabores de la cocina maya.

Cochinita pibil. (Foto de internet).

Yaxunah es considerada para formar parte del programa Aldeas Mayas de Yucatán de la Secretaría de Fomento Turístico de la entidad (Sefotur).

La cooperativa ha implementado estrictas medidas de seguridad sanitaria, como el proceso de desinfección de automóviles al ingresar al poblado, proporcionar gel antibacterial, el uso obligatorio de cubrebocas y la toma de temperatura a través de termómetros digitales.

Desde el Balcón