Daños irreparables en zonas arqueológicas mayas

Sitios, monumentos y montículos mayas fueron dañados y destruidos. Se espera no queden impunes como sucedió en una situación similar hace tres años.

HECELCHAKAN, 07 de marzo de 2016.- En la primera quincena de septiembre del 2013 fueron destruidos montículos mayas por gente fuereña y esto se informó a las instituciones policíacas y al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El 21 de septiembre del mismo año arribaron ambas autoridades y se dieron cuenta del grave daño sobre los sitios y monumentos históricos que se encuentran en la frontera de Hecelchakán y Dzitbalché, a la altura de Dzotchén, hasta llegar al terreno con denominación San Pedro, donde acudió el Ministerio Público Federal con sus peritos y la Policía Ministerial Federal en auxilio del INAH, para monitorear los daños causados en dicha zona arqueológica, por la apertura de caminos con maquinarias pesadas por gente desconocida.

Los arqueólogos reportaron que 9 estructuras fueron destruidas y quedaron los vestigios mayas entre los escombros, también se notó un saqueo en las pirámides mayas que fue verificado por el personal de la PGR y el INAH, para una preliminar de daños, pues se perdió la información histórica del lugar por las faltantes piedras trituradas por la pesada maquinaria que derribó frondosos árboles y destruyó los montículos, al parecer sin los permisos de la dependencia federal.

Los federales, quienes no aportaron sus generales, informaron que los agresores de esta zona arqueológica no estaban autorizados, pero lo raro es que a tres años de los hechos, nunca fue castigado nadie y mucho menos detuvieron a los propietarios, como tampoco hubo castigo por los daños al Patrimonio Nacional.

POR ESTO! dio a conocer oportunamente que un michoacano de nombre José Perdono Garfia, adquirió el terreno ejidal, comercializado por la ex regidora de Calkiní, Dalila Che Pech, quien le vendió el área en 400 mil pesos, por lo que este sujeto metió maquinaria para abrir caminos en el perímetro de la zona maya, sin respetar y estuvo violando la Ley sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, lo cual ameritaba una sanción que no se dio y tampoco se sabe qué influencias había con las autoridades en turno, tampoco se pudo saber de los propietarios del lugar.

Hoy de nueva cuenta se habla de gente foránea que sigue al parecer haciendo actos al margen de la ley en la zona, tanto en Dzotchén como en otros sitios del “Camino Real”.

En ese entonces, la PGR, el perito ministerial y el INAH realizaron un trabajo exhaustivo en el lugar, visualizando el daño.

La delegada Lirio Améndola, quien nunca dijo sobre el caso de San Pedro, donde se presume están los que protagonizaron el asalto en dicha carretera de Hecelchakán a Bolonchén el lunes pasado, tampoco culminó las demandas con las ex autoridades de Dzibalché, como el ex consejo de vigilancia, Felipe Chi Che y el secretario, en aquel entonces, Francisco Javier Caamal Yam, hermano del comisario ejidal.

Expusieron que las tierras están dentro de los límites del terreno ejidal y en el mapa no se encuentra un sólo casco o ex hacienda para que sea vendido a un particular, por lo tanto quien haya hecho las escrituras y asentado el título de la propiedad, está en un error y es ilícito, aclararon.

Cabe señalar que el terreno donde se encuentra el sitio arqueológico está a 6 kilómetros de la comunidad de Dzotchén, bajo monte, donde se caminó en tierra Xcancabal o tierra roja; los árboles derribados son el Chakáh, Xbaczodz, Jabin, Chimay, Chalán, todo de mayor altura. Según los federales y el INAH continuarán las averiguaciones previas del lugar, hasta llegar con los supuestos propietarios.  (Por Esto)