El compositor y legendario ingeniero de audio enloqueció a un público de seis mil personas
México, 22 de junio de 2018.- Frente a seis mil asistentes que ocuparon las butacas del Auditorio Nacional, y después de cinco años de ausencia de los escenarios mexicanos, Alan Parsons ofreció la noche del miércoles una cátedra de lo que es saber manejar el sonido en cualquier circunstancia.
Con 19 canciones que hicieron un recorrido por su carrera musical y acompañado por la Filarmónica 5 de Mayo de Puebla, Parsons y sus compañeros músicos mostraron durante casi dos horas que una buena ingeniería de audio, un elegante y sencillo diseño de iluminación y una trayectoria envidiable son los elementos para hacer de un concierto memorable.
Cinco minutos después de las 20:30 horas los integrantes de la Filarmónica 5 de Mayo de Puebla aparecieron en el escenario para tomar su lugar y así inició el viaje sonoro del proyecto sinfónico de Parsons.
Mientras los músicos que acompañan al ingeniero de audio —P.J. Olsson, Danny Thompson, Guy Erez, Tom Brooks, Todd Cooper, Dan Tracey y Jeff Kollman— mantenían el espíritu de las canciones, la filarmónica mexicana les daba un refrescante y nuevo sonido… y al centro, Alan Parsons con su guitarra controlando todo, mientras sonaban las notas de Standing On Higher Ground.
“Hola México, muchas gracias”, lanzó el compositor al público, que reaccionó con aplausos y ovaciones y que seguía cada uno de los movimientos de los instrumentos mientras que las canciones Don’t Answer Me y Time se apoderaron del lugar.
“Vamos a tocar algo que nunca habíamos tocado antes en México, esto es Ammonia Avenue”, dijo el músico a sus fans, quienes atentos escucharon el tema que el británico presentó con nuevos arreglos, tal como lo había comentado en la conferencia de prensa que ofreció el martes pasado.
No debería hablar en inglés pero lo voy a tener que hacer. Ahora vamos a regresar al momento en el que se estrenó Star Wars, hace ya algún tiempo, y vamos a tocar la primera parte del disco I Robot”, lanzó Parsons emocionando a los seguidores de la saga de George Lucas.
I Don’n Wanna Be Like You fue el preámbulo de Some Other Time, Breakdown —en la que hizo cantar a los presentes el coro de Freedom… de pie— y Don’t Let It Show, en la que P.J. Olsson, Jeff Kollman, Todd Cooper y el mismo Parsons combinaron sus voces y su virtuosismos con los instrumentos al centro del escenario, para estremecer a los fans del rock progresivo que no paraban de ovacionar el músico y lanzarle mensajes como “Alan, I love you”.
Con una cátedra de lo que es mezclar los instrumentos eléctricos con los de un ejército de 90 amantes de la música que conforman la Filarmónica 5 de Mayo, tomaron su turno temas como Luciferama, Old and Wise y Days Are Numbers, confirmando lo que alguna vez dijo Parsons: “la ingeniería de audio también es arte”.
Después de interpretar a Damned If I Do, el británico tuvo un lindo gesto con su pasado. “Muchas gracias, thank you. Esta es una de mis canciones favoritas y se la quiero dedicar a la otra mitad de Alan Parsons Proyect que ya no está, el señor Eric Woolfson”, dijo Parsons para dar pie a Limelight.
Así, con la simpatía y sencillez disfrazadas de seriedad, Parsons fue dando espacio a temas como Silence and I, Prime Time, Sirius y Eye In the Sky, para despedirse de su público por unos minutos y regresar el escenario para cerrar su presentación con Dr. Tarr & Prof. Fether y Games People Play.