BAJO EL AGUA Y EN PANDEMIA: TIRO AL BLANCO

La presencia de una onda tropical sobre la península de Yucatán, misma que provocó inundaciones, prendió los focos de alerta ya que arrancó la temporada de huracanes y habrá que rezar literalmente para que no nos llegue ningún meteoro de grandes magnitudes como lo fueron Gilberto en 1988 e Isidoro en el año 2002.

Y esto, simplemente porque apenas se van librando los primeros estragos de la pandemia del Covid-19 y ya se percibe la falta de recursos suficientes para enfrentar lo que viene.

Directamente, la federación no les ha dado recursos extras a los gobiernos estatales, y Yucatán no es la excepción. Además, el gobierno local no obtuvo autorización del Congreso del Estado para obtener un crédito por 1,758 millones de pesos.

Así que apenas brincando lo concerniente al coronavirus, lo que menos se necesitaría es un inesperado evento natural que pondría a las autoridades y la población, en un auténtico escenario de adversidad.

De paso, y por si faltara algo más, ya ni siquiera existe el FONDEN, organismo que permitía el acceso a estados y municipios a dinero extra en caso de desastres. 

Y es que al parecer, en la actualidad para México, «ni las estampitas» funcionan.

Desde el Balcón