Ban Ki-moon acepta fracaso en Siria

El saliente secretario general de la ONU reconoció el revés al organismo en ese conflicto bélico

New York, EE.UU., 15 de dic. de 2016.– El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, aseguró ayer  que su mayor remordimiento al dejar el cargo a final de este año será la continuación de la “pesadilla en Siria”.

En un acto en el Consejo de Seguridad, Ban reiteró a los 15 miembros su llamado a que “cooperen y cumplan con su responsabilidad colectiva de proteger a los civiles sirios”.

El Consejo es fuerte cuando está unido”, recalcó el diplomático coreano, que dijo que cuando falta unidad las consecuencias pueden ser “profundas”, como en el caso del Sáhara Occidental, e “incluso catastróficas”, como en Sudán del Sur.

Sin embargo, mi mayor remordimiento al dejar el cargo es la continuación de la pesadilla en Siria”, admitió.

El jefe de la ONU, que termina su mandato el 31 de diciembre, destacó que durante sus diez años al frente de la organización ha sido testigo de la capacidad del Consejo de Seguridad para actuar de forma innovadora y responder a situaciones complejas.

Como ejemplos, destacó los mandatos de varias operaciones de paz, la cooperación con organizaciones como la Unión Africana o el trabajo en el área de Mujer, Paz y Seguridad.

De cara al futuro, Ban animó al máximo órgano de decisión de la ONU a seguir trabajando en la reacción temprana ante crisis y en la prevención de conflicto, con una mayor atención a los derechos humanos y más participación de la sociedad civil.

Investigadores de crímenes de guerra de la ONU dijeron que el gobierno sirio tiene la responsabilidad principal de prevenir cualquier ataque o represalia en el este de Alepo, y que debe hacer rendir cuentas a las tropas o fuerzas aliadas que cometan violaciones.

La Comisión de Investigación de las Naciones Unidas dijo en una declaración que han surgido “numerosos informes” de violaciones cometidas por las fuerzas progubernamentales, incluyendo fusilamientos, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.

El gobierno sirio en conjunto con las fuerzas aliadas ejerce un control efectivo sobre el este de Alepo y, por lo tanto, tienen como principal responsabilidad prevenir tales violaciones, incluyendo posibles actos de represalias”, dijo la declaración.

Investigadores independientes encabezados por Paulo Pinheiro dijeron que debe garantizarse un corredor seguro para los civiles en el este de la ciudad.

La ilusión de que la victoria militar sigue siendo posible debe ser desalentada”, añadieron, pidiendo una reanudación de las negociaciones políticas.

Los investigadores también recibieron denuncias de que grupos rebeldes, entre ellos Jabhat Fatah al-Sham, anteriormente conocido como Jabhat al-Nusra, y Ahrar al-Sham, impidieron a civiles salir de la zona e introdujeron a combatientes entre la población civil.

El acuerdo de alto al fuego entre rebeldes y el gobierno sirio para la ciudad de Alepo fracasó ayer y los aviones de combate reanudaron sus ataques sobre posiciones insurgentes en un enclave densamente poblado del este de la ciudad.

La ofensiva amenazó con frustrar los planes para evacuar a un lugar seguro a combatientes y a las decenas de miles de civiles que siguen en la zona, en lo que sería de facto la rendición de la oposición en la ciudad.

Estaba previsto que la evacuación inicie hoy,  pero los bombardeos se reanudaron y los autocares que iban a trasladar a rebeldes y civiles fuera de Alepo dieron la vuelta.

Activistas y combatientes atrapados en el último feudo opositor dijeron que fuerzas progubernamentales atacaron el distrito con docenas de proyectiles. La operación aérea se reanudó poco después de mediodía.

Comenzaron a atacar como si no existiera un ‘alto al fuego’ o ‘evacuación de civiles’’’, explicó el activista Mahmoud Raslan. “Han anunciado que nos van a matar a todos”.

No estuvo claro si los aviones eran sirios o rusos. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo opositor con sede en Gran Bretaña que monitorea el conflicto, reportó la muerte de al menos seis personas.

Al menos siete civiles murieron ayer por disparos rebeldes contra dos barrios en manos del gobierno, según la televisión pública siria.

Rusia, principal aliado del presidente Bashar Al-Assad, acusó a los rebeldes de haber desatado las hostilidades, tras varias horas de tregua.

El arreglo del conflicto sirio depende de la voluntad del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el líder sirio, Bashar al-Assad, en una entrevista emitida ayer por la televisión rusa Rossia 24.

Durante la campaña electoral de Trump sus declaraciones sobre la lucha contra el terrorismo y la injerencia en otros países para derrocar gobiernos… fueron muy claras y esto está muy bien. Sin embargo, todo depende de su voluntad de continuar el avance en esa dirección”, señaló.

Al-Assad agregó que no está claro “si podrá hacerlo porque todos saben lo fuertes que son los grupos de presión en Eestados Unidos”.

Si Trump consigue superar esos escollos y empieza a actuar de verdad contra el terrorismo, considero que puede convertirse en nuestro aliado natural”, subrayó.

Estados Unidos negó ayer que sus esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra en Siria hayan fracasado y volvió a responsabilizar al presidente sirio Bashar al-Assad, Rusia e Irán de la continuación del conflicto.

El efímero parón de los ataques contra un reducto rebelde en Alepo, impulsado por Rusia y Turquía, pero que desapareció con la reanudación de los bombardeos, puso en evidencia la fragilidad de los esfuerzos diplomáticos.

La culpa es del régimen (sirio) y de los países que le apoyan, incluidos Rusia e Irán”, dijo en rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, quien precisó que la administración de Barack Obama seguirá buscando una solución política hasta que entregue el poder el 20 de enero.

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, coincidieron en que deben cesar las violaciones del alto al fuego en Alepo, según fuentes de la presidencia turca.

En una llamada telefónica, recalcaron que el acuerdo de alto al fuego conseguido debería implementarse (y) las violaciones del pacto debían cesar”, dijeron esas fuentes.

En tanto, la Torre Eiffel apagó ayer por la noche sus luces en apoyo a Alepo, anunció la alcaldía de París. (AF y AFP)