Bombas de barril crean terror en Siria

Las víctimas que lograron escapar de la violencia en su país también denuncian la precaria atención médica.

MADRID, 15 de agosto de 2015.— La población civil en Siria sufre, en el quinto año de conflicto, el doble drama de ser víctima de los mortíferos barriles explosivos lanzados “por el régimen (de Bashar al-Assad)” y, al mismo tiempo, de recibir una atención médica precaria, sin recursos ni personal, en una situación desesperada.

Así lo denunció el médico sirio Husam Kharat en una entrevista en Madrid, en la que advirtió de que la situación se ha deteriorado desde que el régimen intensificara los bombardeos y el lanzamiento desde helicópteros de barriles explosivos de entre 400 y 500 kilos de dinamita con clavos.

Las bombas de barril —barriles de petróleo, tanques de gasolina o bombonas de gas llenos de explosivos, combustible y metralla— son el principal problema para la población, porque destruyen edificios enteros llenos de civiles y son los que más daño ocasionan día a día, expresó ese damasceno nacido hace 29 años y residente en España.

Kharat, al igual que su primo, Khaled Alkharrat, cinco años más joven y refugiado sirio en España, auguran un futuro “negro y difícil a Siria”, según explicaron ambos.

Alkharrat huyó de Siria en febrero de 2013, porque se negaba, según dijo, a “hacer el servicio militar para ir a matar a la gente”.

Este estudiante es, ahora, uno de los más de cuatro millones de refugiados sirios, acogidos principalmente en países fronterizos como Turquía, el Líbano y Jordania, y que conforman una de las peores crisis de refugiados del último cuarto de siglo.

Kharat criticó el hecho de que “muchas veces se hable de los refugiados como plagas de insectos” a los que hay que “impedir el paso” y se sorprendió de que “países que defienden la paz y los derechos humanos, a veces cierren la puerta a la gente normal que huye de la guerra”.

La preocupación por el empeoramiento de la situación en Siria, especialmente tras el lanzamiento de barriles bomba, también es un asunto prioritario para la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF).

En conversación telefónica desde la frontera turco-siria, el coordinador general de MSF-España para Siria, Carlos Francisco, alertó del “incremento” de los ataques contra las estructuras médicas y el personal sanitario “amenazado o asesinado”, en su mayoría “alcanzados por bombas de barril y misiles”.