Cierre de mercados provoca el abandono de zona comercial
Mérida, Yucatán, a 24 de mayo de 2020.- El cierre del San Benito y Lucas de Gálvez convirtió este domingo en zona “fantasma” las calles aledañas a estos mercados, ya que la presencia de peatones fue prácticamente nula por inactividad comercial.
En un recorrido por la mencionada área se observó a unas cuantas personas que caminaban rápidamente y apenas un par de unidades del servicio público de transporte urbano.
Al respecto, uno de los operadores comentó que la ausencia de personas se debe precisamente porque los principales mercados municipales están cerrados y en el centro operan únicamente dos supermercados, por lo que «no hay motivo para venir al centro».
Cabe señalar que el cierre de mercados generó una significativa reducción en el número de personas que acudía al centro de la ciudad, en especial a la zona de los mercados, ya que incluso las autoridades dispusieron el desalojo no sólo de los locatarios establecidos, sino también de los ambulantes que se instalaban en las aceras.
Cabe señalar que agentes de la Policía Municipal mantienen la vigilancia en las entradas al Lucas de Gálvez y San Benito, las cuales también tienen cintas amarillas que indican que está prohibido el ingreso.
A las afueras, la calle 54 entre 65 y 69, la movilidad de los ciudadanos y la actividad comercial es casi inexistente, ya que no hay informales en las aceras y los locales que se encuentran en esta arteria, excepto tiendas de semillas y de productos veterinarios y agropecuarios, están cerrados.
Como informó Desde el Balcón, el pasado martes el Ayuntamiento de Mérida ordenó el cierre por 14 días los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, luego de que un operativo de salud en ambos centros de abasto revelará que 47 locatarios resultaron positivos a COVID-19.
Incluso, inspectores de la Subdirección de Mercados aseguraron ese día que ya hay siete muertos por COVID-19, entre locatarios del Lucas del Gálvez y San Benito, principalmente carniceros que fueron víctimas fatales del contagio.
Texto y fotos: Jorge Euán