Celebran en Mérida boda budista

El reverendo Shingyo Kamichi ofició la ceremonia, a donde acudieron familiares, curiosos y miembros de la congregación

Mérida, Yucatán, 19 de febrero de 2018.- Tuvieron que pasar 10 años para que se volviera a celebrar una boda budista en Yucatán de la congregación Nichiren Shoshu. El acto fue oficiado por el  reverendo Shingyo Kamichi, quien pocas veces visita la entidad, ya que es responsable del templo ubicado en Panamá.

Teniendo como escenario un predio del barrio de Santiago, la inusual boda fue protagonizada por los jóvenes novios Luis Aarón Méndez Martín y Yomara Leticia Llanes Guzmán.

Ellos profesan esa religión desde hace años, por lo que decidieron  contraer nupcias en solemne rito budista.  Según las recomendaciones, la pareja debe haber vivido juntos al menos dos años antes de casarse bajo los principios de esta ideología oriental.

Acudieron decenas de personas entre curiosos, invitados y miembros de la congregación, quienes participaron en el acto que duró 20 minutos aproximadamente.

La boda budista, desde la perspectiva de la congregación Nichiren Shoshu se basa en un rito denominado San san kudo –tres por tres-, en donde la pareja intercambia pequeñas copas matrimoniales, mismas que están llenas de sake, bebida tradicional japonesa. Esto representa que la pareja está unida en cuerpo, mente y esencia.

Posteriormente, como ocurre en las bodas en occidente, la joven pareja intercambió anillos matrimoniales, los cuales fueron entregados por el sacerdote.

El monje budista leyó el sermón matrimonial, en donde declaró: “un hombre es como las alas de un ave, la mujer el cuerpo. Si las alas y el cuerpo llegaran a separarse ¿Cómo puede el pájaro volar?».

Posterior al mencionado ritual y visiblemente emocionada, la pareja leyó sus votos matrimoniales, donde resaltaron que a pesar que no se pertenecen, han decidido permanecer juntos.

Ante cerca de 80 invitados y fieles budistas, los esposos agradecieron la participación en estas nupcias poco comunes en el estado. Luego de la boda la pareja celebró la unión con un almuerzo, ese sí con la tradicional cochinita y refrescos. (Guillermo Castillo)