Cruz Azul cerca de la liguilla

Recupera el camino y vence al Atlas en el Azteca

CDMX, 24 de septiembre de 2018.- Cruz Azul está cerca, muy cerca de la Liguilla, esa tierra prometida que la directiva, el cuerpo técnico y la plantilla se conjuraron alcanzar como primera meta para el Apertura 2018. La Máquina quedó lejos de una versión que sometiera a su rival y sin un esfuerzo mayúsculo le alcanzó para vencer a Atlas por 2-0. También ha ganado en eso este Cruz Azul, que aún sin jugar bien es capaz de sumar. Los de anoche son tres puntos que lo mantienen como líder indiscutible por encima de América.

Había expectación por ver a Cruz Azul, por saber si el equipo de Pedro Caixinha era capaz de reinventarse después de la derrota ante Necaxa. Y el rival era hasta cierto punto una escuadra a modo, porque Atlas es un conjunto que empieza a mostrar algunos tintes de lo que Ángel Hoyos pretende, pero es muy pronto para que muestre una evolución que los saque de la crisis que viven.

Y La Máquina se hizo con el control del partido en el inicio, tomó la pelota y le dio circulación, buscó con Roberto Alvarado tener esa cuota de desequilibrio que suele aportar el joven cementero. También con Andrés Rentería, el colombiano fue la novedad en el cuadro de inicio. Era la ocasión para ganar peso, pero su participación fue a menos.

Es verdad que Atlas tuvo algunos esbozos de querer ofrecer una imagen en la que no se le viera como víctima, esfuerzos que no prosperaron porque Cruz Azul era mejor, aunque no tenía mucha presencia en el área rival. Hasta que vino una jugada que sorprendió a todos. Adrián Aldrete se agregó al frente y sacó un fuerte tiro con la pierna izquierda, la pelota tomó dirección de gol y superó al portero José Hernández que nada pudo hacer con el cañonazo del lateral izquierdo.

Después el juego entró en un ritmo cansino, La Máquina no apretó como se esperaba, parecía que tenía la ocasión de hacer sangre de su adversario, pero sus pulsaciones fueron a menos, sobre llevó el partido y eso le permitió a los rojinegros salir un poco del fondo, aunque tampoco tuvieron tanta claridad.

De hecho, Atlas gozó de un par de ocasiones para igualar el partido, la primera en un centro por izquierda que Juan Pablo Vigón logró rematar, pero el balón se fue por encima del travesaño. Mandar la pelota al fondo es un verdadero suplicio para los rojinegros. La segunda cuando Rivero entró al área y se vio tan solo que se precipitó en la definición, tiró con la izquierda y Corona tapó su disparo.

Los celestes se habían complicado solos, porque después del gol apenas se habían acercado al arco atlista; solo un tiro desviado del Piojo Alvarado y en el cierre del prime tiempo Aldrete puso un centro raso que Caraglio remató forzado y el portero Hernández se encontró con la pelota.

Cruz Azul se iba al vestuario con un gran premio, porque su juego había sido muy pobre y el botín mayúsculo, estaba por delante con una acción individual y en lo colectivo había dejado muy poco para el relato.

Para el complemento creció el ritmo de juego, porque Atlas pareció convencerse de que podía aspirar a algo más porque Cruz Azul no era el de otras noches; sin embargo, las buenas intenciones de los rojinegros estuvieron lejos de convertirse en un acciones de peligro.

La respuesta de Cruz Azul fue directo al marcador y nació de un saque de banda que Madueña peleó en el área, el lateral cayó, pero fue más decidido que los defensas tapatíos, y luego se sacó de la manga un recurso que pocos imaginaban, un taconazo para Caraglio que le pegó con la izquierda, el tiro de Milton pegó en Leiton Jiménez, el colombiano machucó la bola y venció a su portero. Todo le salía mal a Atlas.

Cruz Azul tenía el partido en la bolsa, no había hecho un esfuerzo mayúsculo, pero con eso le bastaba para ratificarse en la cima de la clasificación. Hay días en los que vale más el triunfo, porque lo acercan más a su primer objetivo. Sigue poniendo distancia de por medio con sus perseguidores a los que de paso les avisa que tiene capacidad para recuperarse de un tropiezo y mantener el tono ganador.

A media semana visitará a Tijuana por el pase a cuartos de final de la Copa y luego visitará a Pachuca, en Hidalgo, una tierra que significa mucho para el corazón celeste, puede anotar su nombre como el primer invitado a la Liguilla del Apertura 2018, algo que se le negó el semestre anterior y que en este curso se comprometieron a cambiar.

Y Atlas, Atlas es un estado de depresión y hasta frustración, porque el conjunto rojinegro aún en la desventaja tiró de orgullo y fue en busca de un gol que le diera al menos un consuelo, puso mucho ahínco en lograrlo, pero se topó con Jesús Corona. Mereció al menos uno, sí, pero esto no es de merecer sino de hacer y los hizo La Máquina.