Denuncia ejidal, en la ‘congeladora’

Comuneros de Chocholá aseguran que empresarios violan la ley y destruyen el ecosistema

Mérida, Yucatán, a 1 de noviembre del 2019.- Ejidatarios de Chocholá denunciaron que un grupo de empresarios continúan con los trabajos en una calera y un banco pétreo, a pesar de las medidas cautelares que emitió la autoridad, afectando el ecosistema en el cual se ubican cenotes y diversas especies de flora y fauna.

En entrevista, Mariano Quintal, miembro del ejido Chocholá, recordó que durante la asamblea ejidal del 8 de septiembre de 2013, un grupo de comuneros, con apoyo de personal del Registro Agrario, nombraron a ocho personas avecindados del ejido, “cuando en realidad son empresarios a los cuales se les vendió 500 hectáreas de tierra y además se les regalaron 112 hectáreas más”.

Señaló que en ese entonces eran personas desconocidas, por ello interpusieron una denuncia ante el Tribunal Agrario pero ya han pasado siete años y hasta la fecha esta instancia no emite una resolución.

“Nuestra inconformidad es por el despojo de 652 hectáreas de terreno, el cual afecta a muchos ejidatarios de Chocholá ya que les niegan sus derechos agrarios, cuando a los empresarios hasta les regalan lotes”, señaló.

“Presentamos la demanda ante el Tribunal Agrario, pero todavía la demanda no procede; está paralizada, pero lo más grave es que ahora, la nueva comisaria, Mari Toña Flores está a favor de los empresarios, por ello, exigimos a los jueces que invalide la asamblea en la que se vendió los terrenos a los empresarios”, manifestó.

Reunidos en la Plaza Grande de Mérida, los ejidatarios denunciaron que los empresarios continúan con los trabajos de la calera, la cual se ubica a un costado de la carretera Mérida-Campeche, “pues aseguran que diario ingresan camionetas cargadas con material de construcción, así como de alarifes”.

Actualmente, Chocholá tiene 565 ejidatarios, los cuales formaron el Frente de Ejidatarios en Defensa de la Tierra y la Vida, a la cual se sumaron otros 20 ejidos de los municipios de Kinchil, Samahil, Baca, Motul y Chocholá.

Jorge Euán