La madre de la menor fallecida señala que hubo irregularidades en la labor de parto
Izamal, Yucatán, 15 de julio de 2017.– Una mujer denunció al Hospital Rural # 62 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Prospera por negligencia debido a que, según la fémina, hubo irregularidades en la atención médica que recibió durante su labor de parto, lo que provocó que su bebé perdiera la vida.
Los hechos ocurrieron en ese nosocomio el pasado 28 de junio, cuando Itzel R. S., de 20 años de edad acudió temprano por la mañana a ser atendida ya que se encontraba en labor de parto.
La fémina indicó que a ingresaron al área de ginecología alrededor de las 8 de la mañana y que el doctor en turno la revisó y le dijo que tenía 6 centímetros de dilatación por lo que había que esperar. Posteriormente fue trasladada al área de parto con cuatro mujeres más.
A las 12 del día, la mujer dijo sentir mucho dolor, por lo que el anestesiólogo le ofreció un medicamento para disminuir su padecimiento, por lo que ella accedió a que se lo suministren. Sin embargo, luego de que pasó el efecto el dolor se hizo más fuerte.
Según la afectada, el personal médico que se encontraba en esa área no la atendía pese a sus quejas, “sólo estaban jugando con su celular”.
Posteriormente, a las 5 de la tarde los médicos decidieron romperle la fuente para inducir el parto. Al hacerlo, observaron un liquido verde. La mujer preocupada le preguntó al doctor si eso era normal, a lo que le respondió que sí, que el bebé “había hecho popó”. En ese momento, la embarazada comenzó a solicitar una cesárea.
Luego, la cirujana se percató del líquido verde y cuestionó a la mujer si el médico ya sabía, y ella respondió que sí e insistió una vez más en que le realizaran una cesárea, pero la doctora le dijo que no podía porque “era muy arriesgado”.
Cuando por fin nació su bebé, la mujer dijo que estaba manchado de color verde y apenas se escuchaba su llanto.
Después del alumbramiento, el personal médico de ese nosocomio le informó a los familiares de la mujer que el bebé debía ser trasladado a Mérida “porque había tragado un poco de líquido“ y en esas instalaciones no contaban con pediatra.
Debido a lo anterior, los familiares de la recién nacida comenzaron a cuestionar a los doctores, quienes insistieron que todo se encontraba bien. Sin embargo, el bebé falleció.
Al considerar que se trató de un caso de negligencia médica, la madre y sus familiares interpusieron denuncias ante el Órgano Interno de Control del IMSS, ante a Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Yucatán, ante los Derechos Humanos, en la Coordinación Delegacional de Atención al Derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Asimismo, indicaron que acudirían a la Procuraduría General de la República (PGR), para realizar otra demanda en contra del nosocomio y del director del hospital, el doctor Efraín Couoh Nic.