La celebración del año nuevo se divide en dos maneras en la entidad, para los mayas que marca el principio del ciclo agrícola y para las poblaciones de las zonas urbanas que se caracteriza por el consumismo.Campeche, 31 Dic (Notimex).- La celebración del año nuevo se divide en dos maneras en la entidad, para los mayas que marca el principio del ciclo agrícola y para las poblaciones de las zonas urbanas que se caracteriza por el consumismo.
La investigadora, escritora e integrante del Laboratorio de Lengua Maya del Instituto Campechano, Blanca Campos Carrillo, explicó que la tradición tiene una función social, que es la cohesión social comunitaria.
Aunque, más bien el consumismo es lo que impera en la mayoría de la sociedad actual, por ello, pocas familias practican los rituales de sus ancestros.
Los jóvenes, dijo, sólo conocen el rito de las 12 uvas y el brindis, así como el consumismo, lo que confunde el propósito de las tradiciones fundadas en valores y la pervivencia del grupo social.
Consideró que cada fin de año debe ser ocasión de reflexionar, de evaluar las metas trazadas en el núcleo familiar, en la sociedad.
En cuanto a las comunidades indígenas en la entidad, la especialista admitió que empiezan a cambiar sus patrones culturales en sus celebraciones.
“Es normal que donde existe una cultura dominante (la urbana) y una minorizada (la indígena) mediante los medios de comunicación masiva, estereotipos y clichés culturales se les influya un modelo de desarrollo basado en productos del mercado y moda”, admitió.
Agregó que cuando la identidad no está sólidamente fundamentada, se llega a debilitar, o bien, se amalgama en un nuevo mestizaje, por ello las comunidades indígenas desarrollan así patrones de resistencia cultural para sobrevivir.
Por su parte, la presidenta de la Cámara Nacional de Comercio de Campeche, Verónica Aracely Ceballos Cámara, expuso que los comercios de la entidad, tienen la tradición de colocar en venta prendas de colores rojos y amarillo.
De manera general, dijo que confían las ventas superen las de Navidad, cuando menos 10 por ciento porque las familias acostumbran para estas fechas participar en cenas de gala, de estrenar ropa y zapatos.
En cuanto a la celebración en los hogares, los campechanos preservan la tradición de las 12 uvas, que representan los 12 deseos y el brindis con vino espumoso, y de acuerdo con las posibilidades en los barrios se quema el “muñeco de trapo”.
En cambio, pocos conservan las tradiciones de esparcir lentejas, utilizar prendas íntimas de color rojo y amarillo o barrer hacia el exterior de la casa. (Notimex/Sin Embargo)