Impacta salud mental muertes por Covid

Recomiendan reducir estrés viviendo el duelo por pérdida de un ser querido

Mérida, Yucatán, 10 de julio de 2020.- De acuerdo con la encuesta Nacional de Epidemiología, la ansiedad ha aumentado un 75 por ciento en los últimos cinco años en México, porcentaje que puede aumentar dramáticamente por las medidas restrictivas de la cuarentena y por el impacto emocional que tiene las muertes por coronavirus.

Al respecto, la psicóloga clínica, Karina Correa Sierra, en entrevista para Desde el Balcón, señaló que el confinamiento por la pandemia tuvo efectos en la salud mental de las personas, como el aumento de estrés, ansiedad y el no vivir el duelo ante la pérdida de un ser querido.

Explicó que durante la contingencia pensar que un familiar puede fallecer debido al Covid-19 y no podrán despedirse es una situación que mucho estrés en este momento, que físicamente se manifiesta con dolor de cabeza, afectaciones estomacales, incluso en algunos casos en trastornos psicológicos.

“La familia que sufre la pérdida de un ser querido por Covid-19 no tiene la oportunidad de vivir su duelo, a lo que se suma el tema de las pérdidas económicas, las cuales una vez cubiertas brindan la oportunidad de asimilar la pérdida del ser querido”, manifestó.

Precisó que ante la muerte de un ser querido, la persona puede vivir tres tipos de duelo, aquel sin despedida, el que se presenta en el momento del fallecimiento y el que presenta meses después, este último conocido como duelo congelado.

“Las personas deben entender, que no es su culpa que no puede despedirse de un ser querido, pues depende de una situación externa, como es la pandemia y la posibilidad de un contagio”, indicó.

Los síntomas que una persona que no vive el duelo son mareo, insomnio y pérdida del apetito, mientras que los síntomas psicológicos pueden ser ansiedad y estrés.

“El duelo puede durar de tres meses a tres años; en el primer año pasan los momentos importantes que se vivieron con la persona y es completamente normal extrañarlo, reír y incluso llorar”, concluyó.

Jonatan Hilera