Incertidumbre para familias afectadas en Chichimilá

El alcalde de esa localidad insiste en destruir sus viviendas para construir un campo deportivo 

Mérida, Yucatán, 20 de junio  de 2017.- Las más de 200 personas que fueron desalojadas la semana pasada de sus viviendas en un terreno de Chichimilá están viviendo en hogares de familiares y vecinos, porque el alcalde Francisco Medina Martín insiste en querer construir un campo deportivo en ese lugar, por lo que sigue latente la posibilidad de destruir más casas de madera, paja y de algunas de bloques.

Como hemos informado, la semana pasada dicho edil priista mandó a derribar con maquinaria pesada 15 viviendas de esos pobladores, y con policías municipales impidió el acceso a los pobladores.

Ese terreno, ubicado a la salida de Chichimilá, fue entregado por el entonces alcalde panista Edilberto Tzab Ortiz a 110 familias por medio de un fundo legal en el año 2010, para que levanten sus viviendas.

Sin embargo, el actual presidente municipal quiere construir un campo deportivo en esa zona, por lo que prácticamente mandó a sacar a esa gente y destruir sus viviendas.  Tuvieron que intervenir elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y la senadora del PAN, Rosa Adriana Díaz Lizama, para evitar que derrumbe otras 30 casas.

Tzab Ortiz, quién se sumó al movimiento de los pobladores para recuperar sus terrenos, indicó que Medina Martín no quiere llegar a ningún acuerdo con ellos, y exige que devuelvan al ayuntamiento los documentos del fundo legal.

“Dijo que va a construir un campo ahí, y recalcó que de sobrar espacio en el terreno les volvería a levantar sus casas, pero obviamente no lo va a hacer, y la gente lo único que quiere es recuperar esos terrenos”, indicó.

Por lo pronto, señaló, la Policía Municipal permanece en la zona, impidiendo que la gente se acerque para recuperar sus viviendas, y el alcalde no ha sostenido una nueva reunión con los afectados para llegar a una solución.

“Los pobladores, que son más de 200, tuvieron que recurrir a sus familiares, amigos o vecinos para tener dónde vivir, porque les destruyeron sus casas o no los dejan entrar a las que se salvaron del derrumbe”, lamentó. (Herbeth Escalante)