Indignación en Japón tras ejecución del segundo rehén

El EI difundió un vídeo en el que se ve un cuerpo decapitado que aparentemente es el de Goto, de 47 años.

Tokio, 01 de febrero de 2015.- El Gobierno de Japón y la familia del periodista nipón Kenji Goto lamentaron y condenaron duramente su ejecución a manos del Estado Islámico (EI), mientras algunas voces han criticado al Ejecutivo del primer ministro, Shinzo Abe, por su gestión del caso.

El EI difundió un vídeo en el que se ve un cuerpo decapitado que aparentemente es el de Goto, de 47 años.

El Gobierno nipón cree «muy probable» que el vídeo sea auténtico «teniendo en cuenta el análisis realizado por el equipo científico de la Agencia Nacional de Policía (de Japón)», según dijo el ministro portavoz, Yoshihide Suga.

Esta semana, el EI había exigido para antes del viernes la liberación de la terrorista Sayida al Rishawi, condenada a muerte en Jordania, a cambio de liberar a Goto, capturado en octubre, y al piloto jordano Muaz Kasasbeh, en manos del grupo desde diciembre.

Ammán accedió a intercambiar a al Rishawi por los dos rehenes, pero la negociación para el canje de prisioneros quedó aparentemente bloqueada debido a que Jordania exigió al EI una prueba de vida del piloto jordano antes de liberar a la extremista.

El primer ministro Abe dijo tras conocerse el vídeo que «Japón no se doblegará» y que seguirá apoyando a la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo.

«Estoy realmente indignado por este acto vil y despreciable. Nunca se lo perdonaremos a estos terroristas. Cuando pienso en la familia (de Goto), no tengo palabras», añadió Abe.

«Ya estaba preparado (para recibir la noticia de su ejecución). Aún así, al empezar las negociaciones esperaba que en el fondo iban a poder salvarlo y que podría regresar (a Japón)», lamentó el hermano de Kenji, Junichi Goto, de 55 años.

«Estoy tan descompuesta que no tengo palabras. Espero que la gente entienda que (Kenji) era un hombre cariñoso y valiente», dijo, por su parte, la madre del periodista, Junko Ishido, de 78 años.

«Estoy furioso y me siento incapaz de perdonar (al EI)», explicó a la agencia Kyodo el documentalista Taku Nishimae, amigo de Goto que lanzó una campaña en las redes sociales para salvar su vida bajo el lema «I am Kenji» («Yo soy Kenji»).

Goto, casado y con dos hijos, se desplazó al territorio controlado por EI a comienzos del pasado mes de octubre con la intención de cubrir la guerra civil en Siria, al igual que había hecho antes en otros conflictos en la región.

Según los medios nipones, también viajó a Siria con el objetivo de mediar en el secuestro del también japonés Haruna Yukawa, capturado por el EI en verano y a quien había conocido previamente en el país árabe.