Informe revela métodos de tortura usados por la CIA

El documento, publicado por el Senado estadunidense, detalla las técnicas empleadas por los agentes durante los interrogatorios a sospechosos del 11/S.

WASHINGTON, 10 de diciembre de 2014.— Las torturas utilizadas por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) contra sospechosos de pertenecer a la red terrorista Al-Qaeda fueron “mucho peores” de lo admitido hasta ahora, y la agencia ocultó información clave al Congreso y a la Casa Blanca, afirma un informe del Senado publicado ayer.

Asimismo, revela las brutales técnicas de tortura que la CIA usó para interrogar a sospechosos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, lo que preocupa a la clase política y aliados de Washington, como Polonia.

En la introducción del documento, la senadora Dianne Feinstein, líder del Comité de Inteligencia, no dejó dudas sobre el resultado de las investigaciones: “Es mi conclusión personal que, en cualquier acepción del término, los detenidos de la CIA fueron torturados”.

El demoledor informe de 525 páginas, con numerosos párrafos cubiertos con tinta negra para ocultar información confidencial, es apenas el resumen de una versión de más de seis mil páginas que se mantiene en secreto.

El texto toma mucho cuidado de utilizar la palabra “tortura” y prefiere el eufemismo de “técnicas reforzadas de interrogatorio”, que había sido adoptado en el gobierno del presidente George W. Bush.

Métodos “brutales”

El documento presentado públicamente ayer afirma categóricamente que los métodos de interrogatorio aplicados por la CIA fueron “brutales y mucho peores” de lo que se había admitido hasta el momento.

Indica que los detenidos sufrieron prácticas como la privación de sueño durante más de una semana o la amenaza continua, con un taladro eléctrico, de que no iban a salir vivos, recibían amenazas sobre violaciones sexuales (incluso eran simuladas), los cubrían con toallas y luego les arrojaban agua, les daban toques y les hacían bucitos (sumergidos en tambos de agua) entre otros.

Sin embargo, apunta el documento, esas torturas “no fueron una forma eficiente de adquirir información precisa u obtener la cooperación de detenidos”, aunque la CIA insistía en la eficacia del sistema.

Al analizar los argumentos de la CIA sobre la eficacia de la tortura, el comité investigador “revisó 20 de los más frecuentes ejemplos de éxito antiterrorista que la CIA atribuyó al uso de técnicas reforzadas de interrogatorio, y llegó a la conclusión de que estaban equivocados en aspectos fundamentales”.

El estudio del Senado también denuncia que la CIA “no condujo un conteo profundo o preciso del número de personas que detuvo”.

Además, los “métodos mejorados de interrogatorio” fueron diseñados por dos sicólogos contratados. “Para el año 2005, la CIA dependía pesadamente de operaciones tercerizadas ligadas al programa”, apunta.

Preparados para supervisiones

El texto acusa también a la CIA de haber presentado “información incorrecta” entre 2002 y 2007 al Departamento de Justicia sobre el alcance y los efectos de la tortura, e impedir que el Congreso logre supervisar la aplicación de ese método de interrogatorio.

De esa forma, “la CIA impidió la supervisión por parte de la Casa Blanca y la toma de decisiones”, añade el informe.

La propia administración del programa de interrogatorios por parte de la CIA “complicó, y en algunos casos impidió” la acción de otros departamentos del Poder Ejecutivo.

Un párrafo del informe también señala que “la CIA coordinó el filtrado de información clasificada para la prensa, incluyendo información incorrecta sobre la eficacia” de los interrogatorios bajo tortura.

El director de la CIA, John Brennan, insistió en que la aplicación de métodos brutales de interrogatorio ayudaron a prevenir atentados.

Brennan admitió que se cometieron errores, pero añadió que la revisión de la propia CIA llegó a la conclusión de que esos interrogatorios “produjeron inteligencia que ayudó a impedir ataques, capturar terroristas y salvar vidas”.

OBAMA LANZA CONDENA

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer que la tortura por parte de la CIA a sospechosos de pertenecer a la red Al-Qaeda fueron “contrarias a los valores” que defiende su país.

«Por esa razón decidí prohibir la tortura cuando asumí la Presidencia, porque una de las herramientas más poderosas que tenemos para enfrentar a los terroristas y mantener seguros a los estadunidenses es mantenernos fieles a nuestros ideales”, indicó Obama.

El mandatario estadunidense expresó la esperanza de que la difusión de un informe sobre los métodos de interrogatorio de la CIA permita dejar las torturas “donde deben estar: en el pasado”.

Obama dijo en un comunicado que el informe sustenta su punto de vista de que las técnicas brutales de interrogatorio “no sólo son incongruentes con nuestros valores como nación sino que no sirvieron para nuestra campaña contra el terrorismo ni a nuestros intereses de seguridad nacional”.

Una comisión del Senado dio a conocer un informe largamente esperado sobre los interrogatorios de la CIA durante el gobierno de George W. Bush.

Dirigentes del opositor Partido Republicano han cuestionado la conveniencia de la divulgación y el costo excesivo del informe (40 millones de dólares) para los contribuyentes estadunidenses.

Uno de ellos, el presidente de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Rogers, dijo el domingo que la divulgación era “una pésima idea” y que “nuestros aliados nos dicen que provocará violencia y muertes”.

El senador John McCain admitió sin embargo que “a veces la verdad es difícil de aceptar. Algunas veces es usada por nuestros enemigos para herirnos, pero los estadunidenses tienen derecho a ella”.

Embajadas estadunidenses en diversos países fueron colocadas en situación de alerta ante eventuales reacciones a las revelaciones del informe.

Grupos de defensa de los derechos humanos llamaron a juzgar a los responsables del programa de torturas.

«Amnistía Internacional señaló que el informe deja claro que la CIA actuó ilegalmente “desde el primer día”.

COMETIERON UN ERROR: CAMERON

El primer ministro británico, David Cameron, dijo ayer que los países occidentales se arriesgan a perder su “autoridad moral” con el uso de la tortura, tras la denuncia del Senado sobre las prácticas de tortura de la CIA tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

La tortura es un error, siempre es un error. Todos los que queremos ver un mundo más seguro, los que queremos ver derrotado este extremismo, no triunfaremos si perdemos nuestra autoridad moral y aquello que convierte a nuestros países en un éxito”, apuntó Cameron en Ankara, durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

Cameron hizo estos comentarios después de que se divulgara un informe del Comité de Inteligencia del Senado de EU que denuncia que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) llevó a cabo prácticas de interrogatorio “más brutales” de lo que había admitido en los ocho años posteriores a los atentados de 2001.

«Después del 11 de septiembre algunas de las cosas que sucedieron fueron un error” y en Reino Unido ha habido investigaciones al respecto de la tortura y “se le ha hecho frente desde una perspectiva británica” pero hay que dejar claro, insistió, en que “la tortura es un error”, manifestó.