‘Isidoro’, una gran lección para los yucatecos

Se cumplen 19 años del último huracán que devastó gran parte de la entidad

Mérida, Yucatán, 22 de septiembre del 2021.- Hoy se cumplen 19 años de la llegada de “Isidoro”, último huracán intenso que ha afectado a Yucatán y que luego de permanecer 36 horas sobre el estado, dejó una estela de destrucción y daños incalculables.

“Fue una gran lección la que este gran huracán nos dio a todos los yucatecos. Si bien no fue tan fuerte como “Gilberto”, si provocó mayor destrucción y daño debido a que se equiparó a la afectación de 3 huracanes ya que estuvo casi tres días sobre el estado. Los yucatecos no debemos de olvidar que con este tipo de Fenómenos Meteorológicos no se juega y que la única forma de enfrentarlo es con preparación contra los Ciclones Tropicales”, recuerda el meteorólogo de la Uady, Juan Vázquez Montalvo.

Cronología del desastre

El 9 de septiembre de 2002, una onda tropical comenzó a cruzar el Atlántico, y a pesar de que estuvo bajo la influencia de aire seco, sobrevivió para convertirse en la depresión tropical número 10 en las Antillas Menores, el 14 de septiembre. El fenómeno se debilitó para convertirse de nuevo en onda tropical. Sin embargo, cuando todo parecía transcurrir con normalidad, se dieron las condiciones para que se fortaleciera y evolucionara a depresión tropical el 17 de septiembre y al día siguiente ya se le conocía como la tormenta tropical “Isidoro” y se ubicaba en el sur de Jamaica. El 19 de septiembre “Isidoro” ya era un huracán categoría 1, al sur de Cuba con vientos máximos de hasta 150 km/h.

Para el 20 de septiembre, “Isidoro” ingresaba al occidente del golfo de México donde alcanzó la categoría 3 con vientos de 201 km/h. Debido a un patrón anticiclónico asociado a un sistema frontal sobre el norte del golfo de México, el meteoro comenzó a bajar su velocidad de desplazamiento. “Isidoro” presentaba su movimiento al oeste, encajonado por la alta presión al norte del golfo. Esto lo mantenía paralelo a las costas yucatecas con vientos de hasta 205 km/h y una presión mínima central de 934 hp. El ciclón no resistió el empuje anticiclónico e ingresó a Yucatán por la zona de Telchac Puerto, alrededor de las 5 de la tarde del 22 de septiembre.

Son muchas las historias que se vivieron con la llegada de un meteoro categoría 3 a Yucatán el día 22 de septiembre, cuya principal peligrosidad no solo radicó en la fuerza de sus vientos y agua que lo acompañó sino en su lentitud en tierra. Cuando los pronósticos empezaron a alertar sobre los estragos que causaría, no hubo tiempo suficiente para prepararse con víveres o agua. Siempre se veía lejana la posibilidad de revivir una experiencia similar.

El entonces gobernador Patricio Patrón Laviada quien apenas iniciaba su gestión, decidió supervisar la evacuación de las familias del puerto de Progreso alrededor del mediodía. Ya se había ordenado el cierre de puertos. Fueron muchas las personas que se resistían a ser evacuadas a pesar de que los fuertes vientos empezaban a azotar en la costa yucateca.

El huracán se movió hasta el sur de Yucatán, pasando cerca de Mérida, arribando a la zona de Muna y dando un rizo y retornando de nueva cuenta hacia el norte para salir al golfo de México la mañana del 24 de septiembre. En su estadía sobre el estado de Yucatán presentó vientos de hasta 130 km/h y lluvias torrenciales en los tres estados de la península donde descansó 36 horas.

Transmisión radial ininterrumpida

El único medio que se mantuvo vivo fue la radio. Conforme avanzaba la jornada, algunas emisoras empezaron a quedarse en el camino ante la falta de energía eléctrica. Grupo IMER y Cadena Rasa siguieron de manera ininterrumpida sus transmisiones. La telefonía fija pasó una verdadera prueba de fuego al continuar con sus servicios.

Fue precisamente por medio de la radio que la población se enteró que la carretera costera había desaparecido y también de los momentos de tensión al desprenderse pedazos de la torre de transmisiones del entonces Canal 13 local.

En Cadena Rasa se tomaba la decisión de continuar o no al aire, porque los vientos amenazaban con derribar la antena de la emisora, la cual tuvo que ser asegurada como se pudo. Con el apoyo de autoridades estatales se dotó de una planta de energía alimentada con diesel para no bajar el switch. Fue una de las noches más largas vividas por los yucatecos que, con apenas un radio de baterías, seguían cada incidencia, el minuto a minuto del paso del meteoro.

A la mañana siguiente, cuando la lluvia se había ido y apenas salía el sol se pudo recorrer las calles del centro histórico de Mérida, que se encontraban bajo el agua, con árboles caídos y una estela de destrucción.

Por la tarde, arribó el presidente Vicente Fox para visitar a los damnificados de Kanasín y Mérida. Fue en ese marco cuando anunció la construcción de lo que hoy es el Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán.

A esto, siguió la etapa de la reconstrucción y se forjó la cultura de una verdadera cultura de la protección civil. Los huracanes no tienen palabra, por ello es mejor no confiarse y mantenerse informados.

El día 25 de septiembre “Isidoro” llegó a Louisiana, Estados Unidos como tormenta tropical y el 27 de septiembre llegó a su fin sobre este país.