Marilyn Monroe, la rubia que vivió en el escándalo

A 57 años de su muerte, su legado se mantiene tanto en la pantalla y galerías

Ciudad de México, a 5 de agosto de 2019. La belleza, glamour y talento de la estadunidense Marilyn Monroe, la convirtieron en uno de los íconos de la cultura pop y musa tanto de actores, directores, fotógrafos, pintores, deportistas y hasta presidentes.

A 57 años de su muerte, el legado de Marilyn se mantiene tanto en las pantallas, con su gran filmografía, como en las galerías, que continúan exponiendo fotografías inéditas.

Marilyn fue la primera mujer en aparecer en la revista «Playboy”; sin embargo, la actriz pensó que posaba para un calendario del mismo nombre. El editor Hugh Hefner compró aquellas fotografías en las que posó para Tom Kelley, y el primer número con ella en la portada se lanzó en diciembre de 1953, con un tiraje de más de 53 mil ejemplares.

Por aquellos años, Monroe comenzó a escalar en el ámbito cinematográfico, por lo que su cambio de nombre, de Norma Jeane Baker a Marilyn Monroe, y la portada de aquella revista donde se le observaba desnuda, la puso en el ojo público, donde rápidamente fue catalogada como una persona con poca inteligencia: el estereotipo de la rubia tonta.

Previo a este gran salto en la industria, Norma Jean se casó con el escritor y policía de Los Ángeles, James Dougherty. Ella tan sólo tenía 16 años. Fue en 1942 que contrajeron nupcias y dos años después se enroló en la Marina de Estados Unidos. En 1946 se divorciaron, pues era una de las condiciones de la 20th Century Fox para firmar un contrato, debía estar soltera.

Durante años, Dougherty, conocido como “el primer marido de Monroe”, se negó a hablar de la relación y siempre dijo desconocer a Marilyn Monroe, argumentando que él se casó con ‘Norma Jean’. Fue en 1976 que rompió el silencio con el libro The secret happiness of Marilyn Monroe, y para 1997 publicó To Norma Jeane with Love, Jimmie.

Corría 1953 y la película Los caballeros las prefieren rubias, del director Howard Hawks, así como ¿Cómo atrapar a un millonario?, de Jean Negulesco, convertían a Marilyn en un icono del cine.

Fue a través del Séptimo Arte, que la actriz creó uno de los momentos más emblemáticos dentro de esa industria y la fotografía: en 1954 mientras rodaba la cinta La comezón del séptimo año y el encargado de foto fija, Sam Shaw, ideó la icónica escena donde el vestido blanco de Marilyn se levanta debido a un túnel de viento.

El rodaje de aquella escena generó el descontento de su entonces esposo, el jugador de beisbol Joe DiMaggio, situación que propició el divorcio de la pareja en menos de un año. Estuvieron más de 200 días casados. Tras su divorcio, DiMaggio recibió terapia emocional.

Agencias