Mayas, en medio de conflictos agrarios

En el Día de los Pueblos Indígenas continúa la discriminación, violencia e impunidad

Mérida, Yucatán, a 9 de agosto de 2022.- En el marco del Día Mundial de los Pueblos Indígena, que se celebra cada 9 de agosto, en Yucatán las comunidades mayas siguen siendo objeto de discriminación, violencia, impunidad y recientemente se encuentran en el centro de conflictos agrarios y despojo de sus tierras.

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) indica que en Yucatán el 60 por ciento de la población es maya, y de éste 30 por ciento son mujeres.

A nivel nacional en el país hay más de 23 millones de personas que se asumen como indígenas, una de las cifras más altas del continente americano.

En Yucatán, varios comunidades mayas enfrentan conflictos agrarios, muchos de los cuales tienen que ver con presuntos despojos por parte de empresarios, a quienes acusan de manipula asambleas ejidales.

Apenas el pasado mes de julio, surgieron conflictos ejidales en diferentes localidades mayas de la entidad, como en Yaxkukul, donde comuneros exigían el pago de un terreno que supuestamente un empresario intentaba apoderarse y para ello cerraron un camino que lleva a ese municipio.

En Dzan, ejidatarios también bloquearon un punto de la carretera Ticul-Oxkutzcab, donde colocaron ramas y llantas a las cuales prendieron fuego.

Esta protesta tuvo su origen debido porque la Procuraduría Agraria realizó la medición de tierras en Plan Chac, Polígono 2 porque presuntamente ya fue vendido a un empresarios, situación que aseguran desconocer ya que ese lote es de uso común.

También, ejidatarios de Sotuta de Peón, comunidad del municipio de Tecoh, denunciaron que un empresario los despojó de 40 hectáreas de terreno de uso común y donde ahora se siembra henequén.

Benedicto Moo Pacheco, uno de los afectados, acusó a la familia Lubke Flores del despojo, que incluye además del casco de la hacienda y un camino de uso común.

Y el pasado jueves 4 de agosto, en el municipio de Ixil, se presentaron en tierras de uso común numerosos vehículos con trabajadores ajenos a la comunidad y comenzaron a abrir brechas, que finalmente ejidatarios lograron detener con el apoyo de la comunidad.

Además, denunciaron la destrucción de la vegetación, pues en el lugar se encontraban dos retroexcavadoras y cinco camiones de volteo que realizan la tala de árboles, además de que no acreditaron la Manifestación de Impacto Ambiental.