Menos detenidos en cárcel no es sinónimo de impunidad

El juez Mugarte explicó que el Sistema de Justicia permite soluciones alternas para hacer justicia ante un ilícito 

Mérida, Yucatán, 24 de septiembre del 2018.- Ante las recientes críticas por parte de los diputados de la LXII Legislatura y de miembros del sector empresarial hacia el Sistema de Justicia Penal Oral y Acusatorio, el Juez de Control, Luis Edwin Mugarte Guerrero declaró que el hecho de que los responsables de un delito no lleguen a la cárcel no es sinónimo de impunidad, ya que existen soluciones alternas para hacer justicia ante un ilícito. Recalcó que una cárcel llena no significa que exista justicia, por lo que debe haber un “cambio cultural” y mayor difusión del Sistema para que la sociedad aprecie sus ventajas y beneficios.

Como se ha informado en Desde el Balcón, en la Glosa del último Informe de Gobierno los diputados criticaron el Sistema de Justicia Penal Oral y Acusatorio porque los delincuentes salen libres al poco tiempo. De igual forma, el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida (CANACOME), Michel Salum Francis, externó que “es una burla” que se libere a quienes cometen crímenes y que con el nuevo Sistema “tiene más validez el testimonio de un palero” para proteger a los criminales.

Al respecto, Mugarte Guerrero recordó que a diferencia del sistema anterior, el nuevo contempla la presunción de inocencia además de que la prisión ya no es la regla, sino la excepción. También establece un principio de paz, con mecanismos de justicia alternativa, con los que se privilegia que tanto la víctima como el responsable del ilícito lleguen a un acuerdo.

Algunos de los mecanismos son el acuerdo reparatorio para casos de delitos culposos, como hechos de tránsito o negligencias médicas, en delitos patrimoniales como el robo, fraude, extorsión siempre y cuando se presenten sin violencia y en querellas por lesiones, daños o fraude. También existe la suspensión temporal del proceso, en el que se solicita al imputado que cumpla con un compromiso –como terminar sus estudios o capacitarse para conseguir empleo- en un plazo de 6 meses a un año. Otro método es el procedimiento abreviado y la última, el juicio oral, en el que se puede condenar o absolver al responsable del crimen.

El juez recalcó que estos mecanismos no son “puertas giratorias” para los delincuentes, ya que todos tienen “candados” y condiciones, de forma que los imputados no pueden recurrir a ellos varias veces.

Indicó que el Sistema funciona como un “colador” ya que solamente llega a juicio “lo verdaderamente importante”. Negó que esto sea un fallo y subrayó que “es un acierto porque llegan los delitos de impacto como el homicidio, la violación, el feminicidio y los demás casos se solucionan en poco tiempo”. De acuerdo a datos proporcionados por el Poder Judicial, entre el 5% y el 7% de todos los asuntos que reciben se van a juicio, es decir, aproximadamente 95% o 93% concluyen en soluciones alternas.

Mugarte Guerrero recalcó que en el antiguo sistema de justicia había penales llenos pero negó que esa situación fuera sinónimo de que existiera justicia o de que actualmente haya impunidad. “Eso sería no sancionar a los delincuentes y ahora se les sigue sancionando, tuvo que cumplir ciertas condiciones y hubo voluntad de las partes”, dijo.

Sobre los linchamientos por la percepción de injusticia e impunidad, el juez indicó que a la ciudadanía le está costando asimilar el Sistema Oral Penal y Acusatorio porque durante años le enseñaron que lo ideal es que quienes cometan delitos estén presos ya que da una sensación de justicia inmediata.

Sin embargo, añadió que es necesario un cambio cultural y mayor difusión del Sistema para evitar críticas. “Se busca una justicia más pronta, transparente, que la persona primero sea investigada y luego detenida, que el menor número de personas estén presas porque hay un costo para el Estado y muchas veces las personas que llegaron por un robo menor salen con intenciones de cometer un delito mas grande porque se adaptan a una subcultura y ya no es temor regresar a la prisión”, detalló.

Finalmente indicó que los jueces deben cumplir con aprobar los mecanismos alternos cuando tanto víctimas y delincuentes lleguen a acuerdos porque así lo marca tanto la Constitución estatal como el Código Nacional de Procedimientos Penales. “Aunque no lo compartamos, no nos queda más que cumplirlo. Mientras no se reforme, no lo puedo cambiar”, puntualizó. (Lilia Balam)