Muere dictador boliviano

Luis García Meza falleció a los 88 años en un hospital por obstrucción respiratoria

Bolivia, 29 de abril de 2018.- El exdictador boliviano Luis García Meza (1980-1981) ha muerto este domingo a los 88 años en un hospital militar en La Paz, la capital de este país sudamericano, como consecuencia de una obstrucción respiratoria, según ha informado su abogado, Frank Campero. El exmilitar, que nació en La Paz en 1929, perdió la vida de madrugada tras sufrir una serie de paros cardíacos por el «deterioro en su estado físico» en los últimos meses, ha especificado Campero.

El abogado del exdictador ha recordado que el exmilitar fue operado hace unos 20 años, cuando le insertaron una válvula en el corazón, y ha indicado que por su edad ya no era posible volver a operarlo. «Tener estos infartos que ha tenido de manera prolongada y continua ha acabado con su vida hoy a las tres de la madrugada [hora local] aproximadamente», ha detallado.

García Meza, detenido en Brasil y extraditado a Bolivia por la justicia brasileña en marzo de 1995, fue sentenciado ese mismo año por un tribunal boliviano a 30 años de cárcel sin derecho a indulto por los delitos de su dictadura, en la que murieron y desaparecieron varios dirigentes de izquierda, entre ellos el socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz. El exdictador fue condenado y enviado a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro en el altiplano, al igual que su ministro del Interior, Luis Arce Gómez.

Pronto se iban a cumplir 23 años de su condena, aunque García Meza pasó gran parte de los últimos cinco años ingresado en un hospital militar de La Paz aquejado de dolencias cardíacas. La justicia boliviana rechazó hace dos años una petición de libertad condicional.

El Gobierno de García Meza, además de las muertes y desapariciones de ciudadanos bolivianos, estuvo implicado en el asesinato de 23 italianos en el marco del denominado Plan Cóndor, el nombre con el que se conoce el conjunto de acciones represivas que ejecutaron las dictaduras latinoamericanas en la década de 1970 y 1980, liderados por el dictador chileno Augusto Pinochet, para ayudarse unas a otras. Este proyecto tuvo el apoyo de EE UU, con el político Henry Kissinger como ideólogo.

En enero de 2017 la justicia italiana sentenció a García Meza y a otros siete exmilitares de Latinoamérica a cadena perpetua por crímenes cometidos contra ítalolatinoamericanos en el Plan Cóndor. La sentencia debía aplicarse después de que el dictador boliviano cumpliera su condena en Bolivia en 2025. La defensa de García Meza anunció en su momento que apelaría este fallo judicial al considerar que el exdictador no tuvo opción de defenderse en el proceso seguido en Italia.