Pandemia detonó trastornos mentales

Gobierno federal solo asigna 2.2% del presupuesto a estos problemas de salud

Mérida, Yucatán, 27 de mayo del 2021.- La salud mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores sociales, ambientales, biológicos y psicológicos, e incluye padecimientos como la depresión, la ansiedad, la epilepsia, las demencias, la esquizofrenia, algunos de los cuales se han incrementado durante la pandemia del COVID-19.

Especialistas advirtieron que cerca del 20% de la población urbana en edad productiva –entre 15 y 64 años– padece algún trastorno del estado de ánimo, como depresión, ansiedad, demencia o fobia.

En Yucatán, los problemas que más padece la población y que se han exacerbado durante la pandemia son los cuadros de depresión y ansiedad que han derivado en un incremento en los casos de suicidio de entre el 15% y 20% este año.

CIFRAS DE SUICIDIO EN YUCATÁN

Este problema que en sus formas más severas deriva en casos de suicidio, afecta a 15 de cada 100 personas entre los 15 y 29 años de edad. Hasta hoy se tiene en la entidad 112 casos de personas que se quitaron la vida, de ellos, 3 eran adolescentes.

Expertos en salud mental consideran que la cifra podría ser mayor porque algunas personas jamás han sido diagnosticadas y viven hasta 15 años sin saber que tienen esta afección mental.

En este tenor, la Dra. Nuria Marcos, directora Médica, Regulatoria y de Calidad de Lundbeck en México, Centroamérica y Países Andinos, afirmó durante la conferencia virtual “Salud Mental, uno de los retos de la Salud Pública en México”, que no obstante que la salud mental es una necesidad básica del ser humano, el estigma hacia las enfermedades mentales, así como la falta de recursos, infraestructura hospitalaria, atención médica especializada y acceso al tratamiento adecuado, obstaculizan la integración de las personas a la sociedad.

RECURSOS

Por su parte, Sara Montero, directora de Lundbeck en México, Centroamérica y Países Andinos, advirtió que existe una brecha considerable entre las necesidades de atención de los trastornos mentales y los recursos disponibles.

“Es necesario un aumento en la inversión en salud mental. Alrededor del mundo se da muy poco apoyo a las personas con trastornos de salud mental. En promedio, sólo el 3% de los presupuestos de salud de los países se invierte en salud mental y en México el porcentaje es sólo del 2.2% del gasto total en salud.

COVID-19 ha exacerbado la depresión

El especialista subrayó que como resultado de la contingencia sanitaria derivada de la pandemia por COVID-19, el país se enfrenta a una de las mayores crisis de salud mental de las que se tenga conocimiento en la historia.

“Factores como el confinamiento, la falta de convivencia personal con familiares y amigos, miedo e incertidumbre, así como la pérdida de seres queridos, el empleo y la propia salud, han llevado a numerosas familias y personas a la catástrofe financiera y emocional”, aseguró el neuropsiquiatra.

Estudios en diversos países han documentado un aumento de la depresión, la angustia y el consumo de alcohol entre la población.

En México, de acuerdo con la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19), 27.3% de las personas mayores de 18 años han presentado síntomas depresivos y 32.4% síntomas severos de ansiedad.

Los especialistas concluyeron que el apoyo familiar es fundamental para los pacientes que viven con enfermedades mentales.

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