Paseo en calesas, tradición que sobrevive

En Mérida sólo 65 personas se dedican a ofrecer paseos en carruajes, y niegan que maltraten a sus caballos.

Mérida, Yucatán, 15 de mayo del 2014.- Los carruajes movían la economía de la ciudad a principios del siglo XX, y eran el medio de transporte por excelencia, pero hoy día son parte de la dinámica turística de Mérida que apenas sobrevive, debido a la competencia a la que se enfrentan los conductores de las calesas y por la difícil situación económica actual.

“Somos una tradición que sobrevive, y actualmente contamos nada más con 40 calesas; hay  veces que sólo sacamos un paseo al día, y en ocasiones pasan varios días sin que los turistas soliciten nuestros servicios”, declaró  Carlos Medina Uicab, uno de los dirigentes de la Unión de Conductores y Pequeños Propietarios de Carruajes de Yucatán

Dijo que hace 25 años existían 140 conductores de estos carruajes en Mérida, y ahora sólo 65 socios de este gremio desarrollan dicha actividad, “nos dedicamos a una tradición que ha sobrevivido cerca de cien años, y durante todo este tiempo nos hemos enfrentado a situaciones complicadas completamente solos”.

Quizás lo más difícil  de su trabajo es la competencia con los turibuses o  las guaguas, que también ofrecen servicios de paseo turístico por la ciudad pero a precios que oscilan en los 150 pesos por persona, mientras que las calesas cobran 300 pesos por viaje.

Explicó que en la dinámica turística actual hay mucha gente que viaja sola, y que prefiere pagar los paseos individuales antes de solicitar un paseo en carruaje, para ahorrarse dinero.

“Pero nosotros damos paseos hasta para cuatro personas, son recorridos que tardan aproximadamente 50 minutos, les damos explicaciones a los turistas de los puntos por donde pasamos,  nos detenemos cuando quieren fotografías, y los regresamos al Centro Histórico”, abundó.

Medina Uicab dijo que los conductores de los carruajes son muy criticados por la sociedad yucateca, porque supuestamente maltratan a sus caballos o porque ocasionan tráfico en las calles.

“Creo que existe mucha ignorancia en relación a nuestro trabajo, mucha gente no entiende que se trata de un tradición, y que en los inicios de la ciudad nosotros impulsamos el transporte”, señaló.

“No podemos ser monedita  de oro y caerle bien a todos, no podemos tener caballos de raza percherón porque no son aptos para nuestro clima; contamos con caballos criollos que por su peso y fuerza son los que se requieren para mover los carruajes”, explicó.

Negó  que maltraten a los equinos o que éstos trabajen en malas condiciones, por el contrario, aseguró que este gremio de conductores cuenta con reglas internas para cuidar y proteger a sus animales.

“Los caballos son parte de nuestra familia, así los consideramos, no podemos maltratarlos, si mi caballo se enferma no puedo trabajar, ¿de qué vivo sino tengo patrón, ni prestaciones ni seguro?, son nuestra única herramienta de trabajo”, agregó, al revelar que gastan 100 pesos diarios para alimentar a cada uno de éstos.

Puntualizó que cuentan con 80 caballos, que trabajan por turnos, es decir, son las mismas calesas que se utilizan todo el día, pero cambian de equino en cada jornada laboral.

Carlos Medina dijo que antes de que se creara su sindicato, en Mérida habían 960 carruajes, los cuales fueron vendidos o regalados por los dueños cuando llegaron los primeros automotores a la ciudad, ya que se empezaron a mermar sus ganancias.

Durante todo este tiempo, como él mismo señaló, han resistido embates económicos y cambios sociales, como cuando el entonces gobernador de Yucatán, Francisco Cantón Rosado intentó desaparecerlos durante su gestión de 1898 a 1902.

Tiempo después contaron con el apoyo del mandatario Felipe Carrillo Puerto, quien fundó su liga sindical hace cien años que continúa vigente hasta hoy día, dedicándose a esta actividad que se hereda de generación en generación entre las familias de los conductores de calesas.

“La nueva generación de caleseros tratamos de estar más preparados, solicitamos cursos de capacitación al Municipio y al gobierno, para que nuestros compañeros estén más conscientes de la responsabilidad de nuestro trabajo”, declaró.

Medina Uicab indicó que ellos continuarán con esta actividad, porque la consideran una tradición yucateca que se niega a desaparecer, y que a pesar de que son pocos choferes y que ahora sólo cuentan con un sitio especial para ellos –a un costado de la Catedral- cuando antes tenían 10, confían que los turistas seguirán usando estos carruajes para disfrutar de los paseos por Mérida “porque se trata de una experiencia única”. (Herbeth Escalante) 

1 comentario

  1. Quiero Casarme el proximo mes de diciembre de 2015 y mi prometida quisiera el carruaje para llegar a la recepción y quisiera conocer sobre costos y disponibilidad

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