Persisten malas condiciones para trabajo doméstico

Las personas que se dedican a esa actividad no cuentas con prestaciones ni salarios dignos

Mérida, Yucatán, 15 de junio de 2018.-  La integrante del Grupo de Estudios sobre Derechos, Géneros y Diversidades (DEGEDI), Dulce Eréndida Carpio Reyes informó que según datos del Institucional de Estadística y Geografía (INEGI) alrededor de 2.4 millones de personas se dedican al trabajo doméstico en México y que en muchas ocasiones estos empleos son mal pagados, sin prestaciones laborales y que existen  situaciones de abuso sexual en mujeres que se desempeñan en esta actividad.

Carpio Reyes explicó que según el Centro de Capacitación de Trabajadores del Hogar, una jornada laboral de quienes se dedican a la limpieza del hogar debe cotizarse en 350 pesos, sin embargo, dijo que a lo sumo la mayoría están ganando máximo 200 pesos por día.

Criticó que la mayoría de los y las trabajadoras del hogar no cuentan con las prestaciones como seguro social, derecho a vivienda, o bien, son vulnerables a ser despedidas sin importar el tiempo que hayan prestado servicio y no recibir liquidación.

Indicó que pese a que la Organización Internacional del Trabajo ha estado pugnando en que estos trabajadores tengan accesos a derechos laborales, estos esfuerzos han sido casi nulos en nuestro país. En ese sentido, consideró que las autoridades en el territorio nacional han sido omisas en este sector de la Población Económicamente Activa.

“Se había manejado por las autoridades que se iban a llevar estos acuerdos a la Cámara Alta, pero desde el 2014 no se ha legislado a favor de los y las trabajadoras del hogar”, señaló.

Asimismo, indicó que existen menores en hogares desempeñándose como trabajadores del hogar y que tanto hombres como mujeres son víctimas de discriminación, y que en múltiples ocasiones se dirigen a ellos con calificativos peyorativos como “chachas, gatas, gatos”. “¿Cómo le vamos a legitimidad a este oficio si no hay respeto?”, cuestionó.

La integrante del Grupo DEGEDI consideró que el marco normativo mexicano debería tomar como precedente lo hecho en Uruguay, país que reconoce los derechos laborales de las personas dedicadas a las labores de hogar.

Por último,  señaló que lamentablemente las trabajadoras del hogar además de las problemáticas antes planteadas, también sufren violencia sexual y que comúnmente se toma como “algo que suele suceder”. (Guillermo Castillo)