Sangre de hierro

Mérida, Yucatán, 21 de noviembre de 2016.– En una comunidad llamada X-mexil, perteneciente al municipio de Yaxcabá, al oriente del estado, es el lugar donde se cree que nació el apellido Mex. Por cuatro generaciones, la familia con este apellido se ha dedicado a la forja de hierro de manera artesanal y ha encontrado en esta actividad su forma de vida y sustento diario.

La comisaría tiene poco más de 100 habitantes, que en su mayoría son familia y en donde existen 4 talleres propios de este trabajo. Desde los primeros rayos de sol, estos hombres dedican sus fuerzas a trabajar los metales para la realización de diferentes herramientas de trabajo como son hachas, machetes, coas, sembradores, martillos entre otros instrumentos utilizados en el campo.

Gran parte de los metales con los que trabajan, son obtenidos de depósitos de chatarra y hierro, o son extraídos de los muelles metálicos pertenecientes a los carros. En otras ocasiones, toman el material de las vías férreas que ya no sirven.

El forjado del hierro se lleva a cabo a fuertes temperaturas, que sobrepasan los 700 grados centígrados, por lo que el manejo de los materiales se hace con mucho cuidado.

Una vez terminado el trabajo, las herramientas son comercializadas en varios municipios al oriente de la entidad, entre los que destaca Valladolid, mientras que en Mérida, se comercializan en el mercado Lucas de Gálvez.

Esta actividad es una de las principales habilidades que tuvo el hombre para llegar a donde estamos ahora y por lo que la preservación de este oficio es de suma importancia para los aspectos artesanales, históricos, económicos y generacionales de los herreros y la sociedad en general. (Texto y fotografías de Cuauhtémoc Moreno)