Se echa un clavado en una piscina portátil y muere

Un convivio se convierte en tragedia familiar en Kanasín

Lo que era un convivio familiar se convirtió en una tragedia, al morir un hombre que se echó un clavado en una piscina portátil.

Raúl Alfredo U.B., de 42 años, ingería bebidas alcohólicas en un predio de la colonia Francisco Villa Oriente de Kanasín.

Por el calor, llenaron una piscina portátil para refrescarse de las altas temperaturas que azotan a la entidad.

El hombre en dos ocasiones se subió a una barda de dos metros de altura y se tiró al agua como un clavadista profesional.

Después de la tercera ocasión, Heify U.B, de 30 años, se dio cuenta que su hermano no salía a la superficie.

Ante ello, lo sacaron del agua, pero no reaccionaba, por lo que dio aviso a la policía de Kanasín que arribó con paramédicos.

Cuando le hicieron la revisión médica, confirmaron que Raúl no tenía signos vitales por lo que se notificó al Servicio Médico Forense para las diligencias correspondientes.

Se cree que el deceso ocurrió al golpearse con el piso, lo que pudo dejarlo inconsciente para después ahogarse.

Las causas serán determinadas por la necropsia de ley a cargo de los médicos forenses de la Fiscalía yucateca.