Pues si había alguna duda de los «coqueteos» políticos o la simpatía de la senadora yucateca Verónica Camino Farjat hacia el partido Morena y sus seguidores, quedó más que claro con su voto a favor de la desaparición de los fondos federales que afectará la labor de investigadores, dejará en el desamparo a las víctimas de desastres naturales, a luchadores de derechos humanos, víctimas de desapariciones, artistas, estudiantes y deportistas, entre otros.
El asunto más delicado, sino es que grave, es que con su apoyo a la desaparición de esos fideicomisos, también contribuyó a «darle muerte» al Fondo Nacional de Desastres (FONDEN), organismo que tenía recursos que hoy más que nunca están necesitando los yucatecos después del paso de las tormentas tropicales, Amanda, Cristóbal, Gamma y finalmente el huracán Delta, que curiosamente inundó y daño severamente decenas de viviendas en el oriente del Estado, en comisarías de Tizimín, Yucatán, municipio de donde -coincidentemente- es nativa la legisladora.
La senadora inexplicablemente muestra su tendencia a respaldar los proyectos del partido en el poder, Morena, situación que incluso ha provocado versiones de que la tizimileña que actualmente milita en el PVEM podría acabar dando un nuevo brinco hacia esa organización política.
Camino Farjat, quien en el tiempo en que estuvo en el PRI fue cobijada por el grupo político del ex gobernador Rolando Zapata Bello y del ex Secretario general de gobierno, Víctor Caballero Durán, ahora se observa distante de las causas de los ecologistas y no pocos le apostarían a que en el 2021 estará más que de color verde, a color guinda.
Sin sorpresas, es solo tener memoria para saber cómo es y se maneja la política.
Desde el Balcón