Sin pruebas de que exista una mafia pepinera en Yucatán

Es necesario saber quiénes están detrás de esta pesquería que rompen el esquema de la legalidad, sostuvo Delfín Quezada 

Mérida, Yucatán, 27 de febrero de 2014.- A pesar de los enfrentamientos entre pescadores, que la pesca furtiva del pepino de mar está presente todo el año, y que se han decomisado toneladas de este producto en bodegas clandestinas, el director de Pesca y Acuacultura, Delfín Quezada Domínguez, sostuvo que no cuentan con las bases ni las pruebas de que exista una mafia que controle la actividad ilegal en torno al molusco en Yucatán.

El funcionario estatal dijo que a la Secretaría de Desarrollo Rural no le corresponde hacer investigaciones al respecto, “ya que existen otras instancias para eso”, sin embargo, precisó que es necesario saber quiénes están detrás de esta pesquería que rompen el esquema de la legalidad.

“Si hubiera una mafia, deben ser los mismos pescadores quienes tienen que denunciar a las personas que los presionan o amenazan”, indicó.

A pregunta expresa, reconoció que los pescadores ribereños no tienen la capacidad para exportar el pepino de mar a otros países –principalmente de Asia, en donde hay mayor demanda del producto-, por lo que las instancias correspondientes deben averiguar quiénes dan los permisos para la salida de los cargamentos.

“Eso está realmente fuera del  nuestro control, la Dirección de Pesca y la Secretaría de Desarrollo Rural nos enfocamos en los programas de apoyo durante las vedas y capacitación de los pescadores,   no tenemos facultades de inspección, normatividad ni vigilancia”, agregó Quezada Domínguez.

Como ejemplo de las repercusiones sociales que ha originado esta pesquería, cabe recordar que ante el inicio de la temporada de pesca de pepino de mar  hace unos días,  pescadores de San Felipe y Río Lagartos protestaron bloqueando la salida y entrada en esas localidades, pues aseguraron que había presencia de lanchas provenientes de Progreso que no respetaron los acuerdos tomados con la federación, que impedía la pesca de dicho producto en las aguas de esos puertos. (Herbeth Escalante; foto Lorenzo Hernández)