La transición del periodismo de investigación en México ha sido lento: Lizárraga
Ciudad de México, 25 de noviembre de 2016.- Para llevar a cabo el llamado periodismo de investigación “no existe una receta de cocina”, señaló Daniel Lizárraga, coautor del libro “La Casa Blanca”, durante un taller de periodistas en donde presentó ese texto que plantea el conflicto de intereses entre el Grupo Higa y el presidente Enrique Peña Nieto.
Recordó la dificultad de algunos periodistas en llevar a cabo sus trabajos de investigación en lugares donde existe una dictadura militar, ya que no tienen acceso a las fuentes primarias , ni a la información pública, es decir, se tratan de sistemas cerrados.
También indicó que, en los cuales existe democracia o sistemas abiertos, los mecanismos o herramientas que tiene un comunicador son varios, y están al alcance. Recalcó que existen leyes en pro de la transparencia y rendición de cuentas, lo que permite realizar investigaciones de largo alcance –por su duración-.
Explicó que la transición del periodismo de investigación en México ha sido lento, ya que países como Brasil, Perú, entre otros están generando actualmente productos de indagación de gran calidad.
Apuntó que el primer paso para realizar investigaciones es ubicar el punto de partida, encontrar un equipo de varios reporteros con distintas habilidades para brindar habilidades que alguno no pudiese contar, detectar dónde está fallando un sistema para darlo a conocer.
Diferenció el periodismo que se realiza cotidianamente –el basado en las declaraciones- y el de investigación en relación a que el último es más tardado y tiene un mayor alcance.
Indicó que la manera de presentar un trabajo de investigación periodística, es fundamentalmente describir un acto irregular –de impunidad o abuso de poder, entre otros-, pero teniendo como base los hechos y los datos que deben ser verificados. Es decir, constatar la información, no publicar trabajo a priori; “Los rumores se investigan, no se publican” enfatizó Daniel Lizárraga.
Finalmente indicó que al término del trabajo, se debe asumir la responsabilidad y las consecuencias de lo publicado, ya que en ocasiones se pierden lectores con títulos “truculentos” (Guillermo Castillo)