Stan Lee vivió en sus superhéroes

El escritor de cómics falleció el pasado 12 de noviembre dejando como legado un universo de superhéroes con rasgos humanos 

Estados Unidos, 18 de noviembre de 2018.- Su creativa mente se convirtió en un universo lleno de personajes que atraparon generaciones enteras que, en primera instancia, despertaron el amor por la lectura y después por el cine, pero principalmente encontraron un punto de identificación con cada uno de ellos. Stan Lee hizo que millones de personas en el mundo encontraran empatía con las historias que desarrolló a través de los superhéroes que creó.

Expertos, conocedores, fanáticos y todo aquel que siguió de cerca al creador del universo Marvel –junto a Jack Kirby- coinciden en una cosa: Stan Lee le dio humanidad a sus superhéroes; eran personas con un don que los hacía especiales, pero al mismo tiempo tenían que lidiar con los problemas de cualquier persona, incluso él mismo llegó a describirlos como ”personas con complejos” que enfrentaban sus debilidades y las superaban.

Lee fue el primero en humanizar a los personajes de los cómics. No puedo pensar en un solo cómic que no contenga algo de lo que Lee hizo, Es el padre del cómic moderno. Antes los personajes iban en una sola dimensión sin complejidad o profundidad”, señaló el escritor y uno de los Today’s Top 10 Horror Writers, Jonathan Maberry, en una entrevista con el sitio Investor´s Business Daily.

Así un adolescente tímido con las chicas y que sufría de bullying, conocido como Peter Parker, se transformaba en Spiderman cuando utilizaba su traje rojo con azul; una familia disfuncional de cuatro integrantes se convirtieron en Los 4 Fantásticos, mientras que una raza completa de personas con mutaciones que les brindan poderes especiales, X-Men, enfrentan la discriminación.

Esa manera de acercar a los superhéroes con el público, sumada a la metodología de escritura que inventó, llamada método Marvel, consiguió que no sólo fueran los niños los que se interesaran en los cómics, sino también los adultos resultaron cautivados por las historias de personajes como Thor, The Avengers, Hulk y Dr. Strange.

Stan Lee fue súper importante respecto a lo que estamos viviendo hoy en día en el cómic. Porque en su momento se le veía como algo menor, algo que era para niños, tal vez para adolescentes, pero que ahora ha traspasado las generaciones. Se han hecho películas, videojuegos y muchas cosas gracias al aporte de Stan Lee.Se dio cuenta de que no era un arte menor, que se podía dialogar mucho más y de que eventualmente iba a llegar a un ambiente mucho más mediático. Fue visionario.

Desarrolló historias más de peso, mejores personajes, metió un poco de problemas sociales dentro de los cómics para que no se remitiera  solamente a un superhéroe versus un villano, sino que creó más trasfondo dentro de cada historia”, señaló el periodista chileno Carlos Villa a emol.com.

Si bien Stan Lee era el genio del universo de cómics y su vida podría haberse percibido casi perfecta por el éxito que había logrado, no fue así. Lee era como sus personajes, también enfrentaba sus problemas personales… de forma privada.

Lee, quien nació en Manhattan en 1922, falleció el pasado 12 de noviembre en el hospital Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles a los 95 años de edad.

Sus últimos años de vida no fueron una historia rosa en la que el padre de los cómics saliera airoso, a su alrededor los conflictos por su fortuna –estimada entre 50 y 70 millones de dólares-, demandas, contrademandas, enredos y personas interesadas no de la mejor forma en Lee, junto con la muerte de su esposa en 2017, fueron los temas que ocupaban su mente.

En abril pasado el Hollywood Reporter publicó un artículo en el que mostraba los conflictos a los que Lee se había enfrentado desde el fallecimiento de su esposa Joan Clayton, quien era la encargada de controlar las finanzas.

El matrimonio había decidido que, al fallecer, su fortuna no pasara directamente a las manos de su hija, Joan Celia Lee, por lo que habían creado un fideicomiso para controlar sus gastos excesivos y evitar su mayor temor: que al morir su hija no se quedara sin casa ni dinero. (Excélsior)