Tremenda sorpresa causó entre gente del gabinete estatal y políticos de la localidad, la presencia del gobernador saliente de Quintana Roo, Roberto Borge quien asistió a una cena que hicieron miembros de la zona militar en esta región con motivo de las festividades patrias.
En esa selecta cena, coincidieron el gobernador Rolando Zapata Bello y el propio Borge, duramente cuestionado en sus últimos días de administración en el vecino Estado que quedó en manos de la oposición.
Aparte de la cena en donde -dicen algunos asistentes- Borge se mostró amable y agradable, situación contrastante, ya que durante la mayor parte de su gobierno se le acusó de prepotente y cerrado, también dedicó su estadía en Mérida, para acudir al día siguiente a disfrutar de salbutes y panuchos en una lonchería del rumbo de San Sebastián.
Y es que el aún mandatario quintanarroense está viviendo la curva del descenso en su popularidad, como suele pasar cuando los políticos o gobernantes van de salida. (desdeelbalcon.com)