Urge cambiar la ley de pensiones

Ante la inminente quiebra del Isstey en el 2021

Mérida, Yucatán, 31 de octubre de 2019.- De acuerdo a un informe administrativo sobre el Isstey, revela que 2021 sera un año fatal para sus operaciones bajo el actual sistema de pensiones y jubilaciones.

La actual normatividad de las pensiones y jubilaciones de la administración estatal se publicó en 1976, cuando la esperanza de vida de un yucateco era de 61 años.

Hoy día, un yucateco promedio vive 74 años. En contraste, el espíritu de la ley continúa siendo el mismo.

En más de cuatro décadas, se le han realizado sólo modificaciones de forma, nunca de fondo, precisa el análisis interno.
Yucatán, junto con Chiapas y Nayarit, son las únicas entidades del país que no han adaptado sus sistemas de pensiones y sueldos a las nuevas realidades.

La inminente quiebra del Isstey se vislumbra para el año 2021, y su funcionamiento se podría mantener hasta 2028, pero a costa de subsidios estatales.

Los excedentes a favor del Isstey de este año, de 555 millones 900 mil, comenzarán a disminuir en el año 2021 y desaparecerán completamente en 2023.

Ese año se verían los números rojos, que obligarán al Gobierno del Estado a dar aportaciones extraordinarias del gobierno.

A partir del año 2022, el gobierno local  tendría que dar más de 235 millones de pesos de aportaciones extraordinarias, cifra que aumentará exponencialmente cada año.

El mismo análisis ya en manos de funcionarios de alto nivel del gobierno del Estado, señala que ante todo este panorama, en el año 2030, el próximo gobernador del Estado tendría que ver que se pague, con fondos públicos, más de 2 mil millones de pesos para que el sistema de pensiones no colapse.

Por otro lado, aunado a la gravedad de la situación financiera del ISSTEY,  la torpeza e inexperiencia de la directora Maria Isabel Rodríguez Heredia, empeora el panorama ya que la acusan de que no ha sabido ni explicar ni enfrentar a los trabajadores pensionados que ya están padeciendo los primeros estragos de ese drama financiero.

La directora -aseguran- esta «encerrada en sus oficinas» y pareciera que está más temerosa que «nosotros mismos», comentaron varios molestos trabajadores.

Yazmín Rodríguez Galaz