Al menos diez personas murieron durante las protestas contra la elección de la Asamblea que reformará la Carta Magna
Caracas, 31 de julio de 2017.- La elección de la Asamblea Constituyente impulsada por el presidente Nicolás Maduro estuvo marcada por choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, en los que al menos diez personas, entre ellas dos adolescentes de 13 y 17 años, según el balance de la Fiscalía.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), por su parte, aseguró que al menos 14 personas murieron en las protestas que se desarrollan esta jornada en el país contra la Asamblea Nacional Constituyente, una cifra que contrasta con lo reportado por la Fiscalía.
El comando oficialista de campaña para la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) aseguró que las muertes ocurridas mientras transcurren esos comicios no guardan relación con las votaciones.
El Ministerio Público también confirmó la muerte del dirigente opositor de 30 años, Ricardo Campos, en la ciudad oriental de Cumaná, Sucre, en circunstancias que están en investigación. El diputado opositor Henry Ramos Allup precisó que la víctima era secretario juvenil seccional de su partido Acción Democrática (AD) y que falleció a causa de un disparo.
Con esta jornada violenta llegan a más de 120 los muertos en cuatro meses de protestas que exigen la salida de Maduro.
Con carros blindados y lanzando bombas lacrimógenas, militares irrumpieron violentamente en los barrios El Paraíso y Montalbán (oeste de Caracas), en Maracaibo y en Puerto Ordaz buscando manifestantes que bloquearon calles con barricadas.
AGREDEN A POLICÍAS
Al menos siete agentes resultaron heridos tras la explosión de dos motos de la Policía Nacional (PNB) y otras dos de civiles, en las inmediaciones de una protesta ciudadana en Caracas contra las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente.
La explosión ocurrió en la plaza de Altamira de Caracas, sin que de momento se sepa cómo fue causada.
La Fiscalía venezolana investiga lo ocurrido y ha enviado a sus expertos a corroborar el estado de salud de las víctimas en el centro de salud en que se encuentran.
La detonación se produjo al paso de una columna de policías motorizados y provocó conmoción entre los centenares de personas que se concentraban a poca distancia para rechazar la votación.
El resto de agentes que integraban la comitiva de la policía bajaron de las motos para auxiliar a sus compañeros y dispararon después perdigones y bombas lacrimógenas para mantener lejos a los periodistas, a los que también agredieron.
Tras la explosión, los agentes motorizados tomaron varias motocicletas empleadas por los periodistas para su transporte y las echaron a la hoguera.
Minutos después, parte de los manifestantes –jóvenes con la cara tapada en previsión del gas lacrimógeno que lanzan las fuerzas de seguridad en las marchas– se enfrentaron con agentes cerca de la autopista.