Cumbre internacional busca programas par evitar que los menores sean encarcelados.
Mérida, Yucatán, 8 de Mayo de 2019.- México es uno de los muchos países que ha trabajado muy bien su la legislación protectora de los niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, el problema está en la implementación de ésta, por lo que la clave es trabajar en conjunto, sociedad y gobierno, expresó el representante jurídico de la Fundación des hommes, Cedric Foussard.
Fousssar participa en la Reunión Regional para el Congreso Mundial sobre Justicia para Niños, Niñas y Adolescentes, que se realiza en la sede del Poder Judicial del estado de Yucatán.
El especialista manifestó qué hay que hacer un cambio de chip para pasar de la implementación de la justicia a la toma de conciencia de la sociedad en general, de que se puede hacer algo para el bienestar de los infantes y de la sociedad misma.
Indicó que uno de los temas en los que se están enfocando en este foro, denominado “Hacia un sistema de justicia para la niñez más justo en América del Norte”, es en evitar el encarcelamiento de los menores, porque dejarlos en estos sitios no resuelve el problema, por ser las cárceles escuelas del crimen.
Señaló que se tiene que trabajar para qué los menores se reintegren a la sociedad, que sean ciudadanos libres, ya que por diversos motivos no han tenido la oportunidad de desarrollo, lo que los ha conduce a infringir la ley.
“Ayudarlos es ayudar a la sociedad misma, sobre todo es hacer que nuestro futuro sea más seguro”, reiteró.
Cedric Foussard dijo que antes la idea de encarcelar a una persona era proteger a la sociedad, pero que esa idea es obsoleta por lo que se trabajan en programas personalizados, adaptados para responder a las necesidades de los menores y trabajar con ellas dentro de la sociedad.
Añadió que con esta nueva visión no se necesita invertir mucho dinero, solo imaginación, ya que a veces solo necesitan hablar, entender su situación, y este es un primer paso para ofrecerles una justicia restaurativa.
De esta forma, insistió que debe existir un ámbito de conciliación y mediación, para la víctima como del infractor.
Verónica Camacho