Brasil quiere dejar atrás el famoso 7-1 contra Alemania ganando su semifinal en la Copa América.
Brasilia, Brasil, 2 de julio de 2019.- En la historia del fútbol hay partidos y resultados que trascienden a través de los años. Brasil sabe y mucho de éxitos, y también de duros fracasos. Podría decirse que a lo largo de su historia los pentacampeones sufrieron dos grandes golpes.
El primero fue sin dudas el Maracanazo. La final del Mundial que Brasil organizó en 1950 dejó muchas heridas: todo parecía encaminado para que festejara su primer título, pero Uruguay hizo historia dando vuelta el marcador en el choque decisivo y celebrando una conquista inolvidable para el mundo del fútbol.
La otra gran decepción se dio hace pocos años, otra vez con Brasil como local y en un Mundial. Fue en 2014, cuando en semifinales cayó goleado por 7 a 1 frente a Alemania, que luego se consagraría campeón.
Esa dura caída todavía es una herida abierta entre la gente y los protagonistas. Y se dio justamente en el Mineirao, el mismo estadio donde la verdeamarela se enfrentará contra la Argentina este martes, por las semifinales de la Copa América.
Sin dudas para la Argentina se trata de una oportunidad histórica. Dejar al clásico rival en el camino ante su público y pasar a la final es una oportunidad histórica que seguramente no volverá a repetirse pronto.
La pregunta es: ¿los fantasmas del pasado podrán volver al presente y generar dudas y temores entre los jugadores y la gente? Todo es posible y más todavía en el fútbol. Se sabe que Brasil es favorito, pero la Argentina, con un Messi que buscará ser héroe en cancha ajena, no es un rival menor.
La historia reciente, de todos modos, no está a favor de la albiceleste. Por las últimas Eliminatorias rumbo a Rusia 2018, la selección argentina jugó ante Brasil en este mismo estadio.
Y el resultado no dejó lugar para dudas ni para fantasmas: los dirigidos por Tité ganaron 3 a 0 de forma contundente ante el conjunto que en ese entonces estaba bajo el mando de Edgardo Bauza.
Los argentinos amantes de las cábalas y las “coincidencias” se aferran a la idea de que además de ser el mismo estadio de la “humillación” ante Alemania, se trata de otra Copa y de una instancia similar a la anterior (semifinales). Esta vez tampoco, como en el choque ante los teutones, estará Neymar en la cancha.
Agencias.