El Gobierno francés, a la defensiva, refuerza el control de las fronteras

El 67% de los franceses no confía en la capacidad del Ejecutivo para proteger a la población, según un sondeo de ‘Le Figaro’

París, 18 de julio de 2016.- La refriega política que ha suscitado la matanza de Niza mantiene al Gobierno francés contra las cuerdas. El hoy líder de la oposición Nicolas Sarkozy ha insistido en que el Gobierno podía haber hecho más en los últimos dieciocho meses en la lucha contra el terrorismo. A la defensiva, el Ejecutivo socialista promete reforzar la seguridad durante el verano y, sobre todo, el control de fronteras. Pero la opinión pública desconfía de su capacidad para proteger a la población. Así lo cree el 67% de los franceses, según el sondeo elaborado al día siguiente del último atentado por Le Figaro.

El terrorista de Niza, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, no estaba fichado como yihadista ni viajó a Siria o Irak para volver a Francia y atentar. La medida estrella del Gobierno francés en las horas inmediatas será, sin embargo, reorientar la Operación Centinela para reforzar sus fronteras. “Hay individuos aislados capaces de pasar a la acción, pero disponen en nuestro territorio de redes yihadistas”, ha explicado el ministro del Interior Bernard Cazeneuve tras el consejo extraordinario de Defensa y Seguridad celebrado esta mañana en el Palacio del Elíseo. “En Irak y Siria, el ISIS [Estado Islámico] dispone de una verdadera fábrica de documentos falsos”.

Después de anteriores atentados, como los de enero y noviembre de 2015, la popularidad del presidente François Hollande se ha disparado. Las reacciones son muy diferentes en esta ocasión. “No se ha hecho todo lo que se podía haber hecho en dieciocho meses”, ha insistido Sarkozy en una entrevista televisada el domingo por la noche, en línea con las críticas vertidas por algunos de sus más importantes correligionarios. “La guerra es total. O ellos o nosotros”, ha añadido.

El sondeo del periódico conservador Le Figaro (elaborado por Ifop) es demoledor para el Ejecutivo socialista. Solo el 33% de los franceses confían en su gestión antiterrorista. En encuestas anteriores tras los otros atentados, esa confianza rozaba el 50%. Pero, como destaca el propio rotativo, lo más llamativo del sondeo es la radicalización de la población, que pide medidas de extrema dureza para reforzar la seguridad. A preguntas atrevidas que desbordan los límites del Estado de derecho, los franceses responden positivamente. El 68%, por ejemplo, se manifiesta favorable a encarcelar a todos los individuos sospechosos de terrorismo marcados con la famosa ficha S, que son 10.000 en toda Francia. El 91% es favorable a la cadena perpetua efectiva para los terroristas.

La contestación a la gestión gubernamental se ha palpado esta misma mañana en Niza, cuando el primer ministro Manuel Valls ha recibido silbidos por parte de un sector de los ciudadanos reunidos para celebrar un minuto de silencio por las víctimas.

Con un arsenal de medidas antiterroristas sin precedentes ya en marcha, el Gobierno intenta defenderse. “Ahora contamos en el Ejército con medidas de espionaje y medios técnicos de los que antes no disponíamos”, ha dicho el ministro de Defensa Jean-Yves Le Drian, que ha informado de nuevos bombardeos durante el fin de semana en Siria e Irak por parte de Francia dentro de la Coalición Internacional contra el ISIS. Cazeneuve por su parte ha culpado a Sarkozy, presidente de la República entre 2007 y 2012, sin citarle de destruir 2.500 empleos en los cuerpos de seguridad del Estado y de haber debilitado los servicios de inteligencia.

Además de reforzar las fronteras, el Gobierno ha prometido hoy mejorar la coordinación y vigilar muy especialmente los enclaves turísticos y las grandes aglomeraciones festivas habituales del verano. Cuenta con 9.000 reservistas (exfuncionarios de seguridad) para lograr una mayor protección. El hecho de que las escuelas estén cerradas durante el verano libera a muchos efectivos para vigilar otros lugares.