Floristas de Mérida esperan ‘resucitar’ un poco las ventas
Mérida, Yucatán, 28 de octubre de 2020.- Tras la llegada del día de muertos, diversos locatarios, dentro y fuera del mercado municipal de la capital, se encuentran ante la espera de una pequeña derrama económica que puedan dejar las compras para los fieles difuntos.
Tal es el caso de los floristas, quienes, al haber restricciones para las visitas en los panteones y que escuelas y festivales cancelaran toda actividad relacionada a esta fecha, aún están con la esperanza de ver un poco más en sus ganancias.
María Uicab Pech es una florista que lleva cinco años laborando dentro de este centro de abasto, aún continúa ofreciendo como todos los días, rosas, margaritas, girasoles y la popular flor de cempasúchil para estas fechas.
A partir de la llegada de la pandemia, María y un grupo de floristas que se encontraba en uno de los pasillos del mercado “San Benito” fueron desalojadas para evitar aglomeraciones, sin embargo, ella fue de las pocas que lograron ocupar otro espacio dentro de este centro para así continuar con sus labores.
“Había más vendedoras en el segundo pasillo del otro lado, pero cuando llegó esto de la pandemia nos sacaron a todas, muchas dejaron el trabajo y ya no siguen, otras están esperando que les den permiso para volver a trabajar”, comentó.
En los últimos días, asegura que ha aumentado el ritmo de venta, ya que las personas ya están saliendo más de sus hogares, sin embargo, no es igual que años pasados.
“No es lo que esperaba, pero ya ni modo, hace años vendía más, pero ahora, con el aumento de los precios, las rosas y claveles ya no cuestan igual, han aumentado mucho su precio”, comentó.
Debido a esto, antes, un ramo de margaritas o claveles los vendía en 15 o 20 pesos, ahora tiene que rematar dos ramos de flores a 25 pesos o menos ya que asegura “la gente ya no tiene dinero y hay que ver cómo vender”.
“Lo que más se vende son el cempasúchil y margaritas por la temporada; en cambio, la virginia, el abanico y la rosa, por las lluvias toda la cosecha se ha perdido y cuesta más”, expresó.
Actualmente el racimo de flores de cempasúchil que ella compra cuesta 300 pesos, cuando asegura, los precios eran más bajos que años anteriores, el hecho de comprar más caro y vender barato está provocando una disminución en sus ganancias.
María aún continúa en la angustia de ver si sus ventas podrían subir en estas épocas, ya que aunque la pandemia continúa, espera que pueda obtener un beneficio en los próximos días.
Jonatan Hilera