Al ser una de las celebraciones más importantes de la Iglesia Católica, los horarios de misa se extendieron de un modo similar al de los domingos.
Cancún, 7 de marzo de 2019.- Tras celebrar jubilosos y eufóricos las actividades del Carnaval, miles de feligreses católicos, acudieron puntuales a la cita del Miércoles de Ceniza para recibir en las diferentes Iglesias de esta ciudad y a lo largo de todo el día, la cruz de ceniza en la frente y con ello “arrepentirse” de sus pecados y dar inicio formal a la Cuaresma, misma que culminará con la celebración de la Semana Santa.
Luego de cinco días de celebraciones paganas con motivo de las carnestolendas, numerosos devotos de la fe católica de todas las edades, pero en su gran mayoría personas adultas, acudieron desde temprana hora y a lo largo del día hasta llegada la la noche, a las diferentes parroquias, templos y capillas, para recibir la tradicional cruz de ceniza, con lo que se da inicio a la preparación espiritual que cada año los creyentes en Cristo deben tener para los 40 días de ayuno y oración previos a la pasión, muerte y resurrección del hijo de Dios.
Al ser una de las celebraciones más importantes de la Iglesia Católica, los horarios de misa se extendieron de un modo similar al de los domingos, pues prácticamente a cada hora, desde las 7 de la mañana y hasta las 9 de la noche, miles de fieles acudieron para recibir la cruz de ceniza en la frente, que constituye el sacramento de la reconciliación y el arrepentimiento de los pecados, cometidos durante el Carnaval.
Durante los sermones litúrgicos que se realizaron en cada misa, los sacerdotes, recordaron a sus fieles que la Cuaresma es un tiempo litúrgico que dura 40 días, en el cual la Iglesia llama a los fieles a prepararse verdaderamente para vivir la fe en Cristo, durante los días de la Semana Mayor.
Luis Octavio Jacobo Cortés, vocero de la Prelatura de Cancún-Chetumal, quien además es canciller y rector de la Catedral de la “Santísima Trinidad “, de esta ciudad, dijo estar complacido con la gran afluencia de fieles que acudieron a los diferentes horarios de misas, así como quienes lo hicieron para recibir únicamente la cruz de cenizas, realizando una breve pausa en sus actividades cotidianas. (Quequi).