Investigadores avalan procesos en granja

“Esta granja maneja sus residuos orgánicos (purines) con un sistema que, hasta el momento y en todo lo que hemos observado”, resulta eficiente, aseguraron

MÉRIDA, Yucatán.- Luego que un juzgado federal concedió a vecinos de Chapab un amparo para la suspensión de las actividades en una megagranja en ese municipio yucateco, científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ambientalistas aseguran que los procesos de producción del lugar sobrepasan los estándares desde la llamada economía circular.

La Fundación Economía Circular define el término como “un nuevo modelo de sociedad que utiliza y optimiza las materias primas, los flujos de materiales, energía, productos terminados y residuos”. Su objetivo es la eficiencia del uso de los recursos y se interrelaciona con la sostenibilidad, reduciendo al mínimo la generación de residuos.

Tras recorrer el lugar, investigadores de la UNAM afirmaron que la granja tiene una economía circular, y que incluso sobrepasa los estándares.

Flor Arcega Cabrera, investigadora de la Unidad de Química Sisal, del Grupo de Ciencias Ambientales Costeras de la Facultad de Química de la UNAM, en conjunto con su equipo, tomó una serie de muestras que la empresa no tiene la capacidad de procesar en su laboratorio, tales como los metales que se encuentran en los pasos del proceso de producción y en el producto final, con el fin de analizar dichos datos.

“Esta granja maneja sus residuos orgánicos (purines) con un sistema que, hasta el momento y en todo lo que hemos observado, resulta eficiente; no solo evitan la contaminación o que estos purines alcancen o permean hacia el manto freático, sino que incluso genera energía a partir del metano de los desechos. Es una empresa de economía circular”.

Humberto Reyes Montiel, activista en defensa del agua y representante de Ciudadanos Hartos Asociación Civil (Chac), manifestó que las pequeñas granjas, al no estar reguladas, son las que verdaderamente generan un impacto ambiental negativo. En Yucatán, dijo, hay casi 500 micro, pequeñas y medianas granjas y no cuentan con la tecnología necesaria para evitar la contaminación; algunas tienen si acaso un biodigestor y/o una pequeña laguna de oxidación, pero no cuentan con más procesos que regulen sus desechos.

“Pero a esas microgranjas no las ve nadie, no las atiende nadie, no las controla nadie”, lamentó.

Reyes Montiel sostuvo que cuando se publicó un video de las “lagunas negras” en Chapab, en realidad se mostraron imágenes de una laguna de oxidación, el primero de los pasos para el tratamiento de las aguas residuales, que en el caso de Chapab incluso el agua tratada se aprovecha para el riego.

Humberto Reyes aseguró que el modelo de granja de Chapab está altamente tecnificada y lo consideró “un modelo de clase mundial”, porque evita la contaminación, incluso por CO2.

El activista explicó que es precisamente el gas metano uno de los elementos que en Chapab se aprovecha para la generación de energía eléctrica, en comparación con lo que sucede en la ciudad, que se manda a la atmósfera.“¿Por qué se desea obstaculizar el paso hacia una producción más sustentable que, además, se convierte en trabajo digno para la población y evita que se traslade a Mérida como albañiles, cuando pueden estudiar ingeniería química y trabajar en una granja industrializada?”.

“Yucatán no es como Quintana Roo, turístico, ni como Campeche, petrolero. El futuro del estado es porcícola, pero con granjas tecnificadas, con procesos de producción que contribuyan a la disminución del impacto ambiental y que aporten a la economía del estado y del país”, sostuvo Reyes Montiel.

Producción de carne de cerdo en Yucatán

Según el Compendio Estadístico de 2019 del Consejo Mexicano de la Carne A.C., México es el quinto país en el mundo con mayor consumo de carne, después de Estados Unidos, Argentina, Brasil y la Unión Europea, y en específico, como consumidor de la carne de cerdo se posiciona en el puesto número 19.

En el país, 10 estados generan 85 por ciento de la carne de cerdo que se produce y Yucatán ocupa el cuarto lugar nacional.

Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) indica que de 2015 a 2019 el consumo nacional de carne de cerdo en México creció a una tasa promedio anual de 4.1 por ciento, pasó de 2.43 a 2.85 millones de toneladas de carne en canal y el consumo per cápita anual pasó de 16.9 a 19.2 kilogramos.

No obstante, en 2019 se importaron casi 1.6 millones de toneladas de carne en canal y las exportaciones fueron apenas de 313 mil toneladas.

Economía circular

Jorge Antonio Zumárraga Novelo, representante del Grupo Porcícola Chapab, aseguró que la producción de la granja no es solo de cerdos, también de fertilizantes orgánicos, gas metano, energía y hortalizas.

“La economía circular que aplicamos permite que 70 por ciento del agua que utilizamos sea de reuso, una vez que pasa por el tratamiento correspondiente. Con ella riegan 10 mil 500 plantas de limón, un millón de maíz y 20 mil de calabaza, además del lavado de corrales y la limpieza de animales; sólo 30 por ciento del agua que utilizan es nueva y es de ella donde beben los cerdos”, anotó.

Zumárraga Novelo explicó que en la granja diseñaron un sistema en el que el primer paso para el tratamiento del agua es la separación de sólidos (de 750 micras para arriba), con los que hacen composta, que usan como fertilizante en la producción agrícola.

“Al hacer la integración de la producción agrícola y pecuaria se aprovechan los residuos de una actividad para enriquecer otra”, apuntó y explicó que por eso cuentan con reactores biológicos secuenciales que cumplen con las Normas Oficiales Mexicanas en calidad del agua, además de que el tratamiento les permite utilizar los residuos sólidos, líquidos y gaseosos.

“Los residuos sólidos se usan para fertilización, los líquidos para riego y los gaseosos se dividen en: CO2, que se licúa y vende; y gas metano, que utilizamos dentro de la misma granja para la generación de energía”.La granja genera 120 mil kilowatts /hora al mes, lo que brindaría energía a 150 casas al mes; esto también contribuye a la disminución de costos de consumo de energía.

La granja de Chapab también tiene un programa para reforestar la zona con árboles nativos.

Miguel Martínez, agrónomo del lugar, compartió que el huerto que mantienen allí es de 270 metros cuadrados de capacidad cultivable y con ello ayudan a 124 familias, a las que se les entrega semanalmente lo que se produce.

Zumárraga Novelo añadió que también han donado computadoras y aportan aproximadamente 100 empleos en la localidad y debido a todas las dudas y confrontaciones que han atravesado, invitó a quien desee a visitar la granja para conocer su funcionamiento.