Planta japonesa, paliativo para el Isstey

Si se logran vender las tierras en Ucú del organismo, ayudará a sanear sus finanzas

Mérida, Yucatán, 10 de noviembre de 2019.- La edificación de la planta japonesa Uchiyama en Ucú será un paliativo para las finanzas del ISSTEY, anticipa el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Raúl Aguilar Baqueiro.

El empresario señaló que la instauración de la planta japonesa hará que la nación nipona voltee hacia Yucatán y eso hará que se necesiten mejores espacios habitacionales cercanos a la misma, y se podrán aprovechar los terrenos del fideicomiso del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán, que el gobernador ha dicho que se encuentra en quiebra y no podrá afrontar los pagos de pensiones de los ex burócratas.

Este jueves, se puso la primera piedra en Ucú de esta planta de autopartes, en la cual se dice trabajarán mil personas contratadas durante los próximos cinco años, 300 de ellos en una primera etapa.

“Esto representa que habrá 300 personas, 300 familias, que necesitarán vivienda, que tendrán acceso a un crédito para ello, y que muy probablemente opten por comprarla cerca de sus trabajos. Por eso, será bueno para el Isstey que se le compren los terrenos que tienen en el fideicomiso para construir allá”, reiteró el también líder de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción en Yucatán (CMIC).

Dijo que esperan que sea a mediados del próximo año cuando estos planes detonen, y se establezca la zona como un polo industrial atractivo para el mundo.

Por otro lado, Aguilar Baqueiro señaló que este año ha sido muy difícil para el sector económico, puesto que el gobierno federal no tiene en sus políticas públicas la infraestructura.

“Se hablaba de desaceleración, ahora de estancamiento. Realmente estamos más cerca de una recesión de lo que pensamos de una crisis en el sector, aunque el gobierno federal no lo quiera reconocer”, señaló.

“Aquí vemos dos situaciones muy claras: primero, el gobierno federal no tiene entre sus prioridades hacer obras y eso desacelera la economía, hace que haya menos trabajos, menos dinero circulando en la calle. Por otro lado, se cancelan proyectos y eso desaliente al sector privado, que se termina llevando sus inversiones a otros países con mejores condiciones”, reiteró.

Esto, dijo, hace que la iniciativa privada tenga la responsabilidad de mantener el dinamismo que hace de Yucatán una tierra atractiva para los inversionistas, para la gente. “Con el baluarte de la seguridad, con procesos como la Mejora Regulatoria, y otras condiciones, tenemos que hacer que la entidad siga con su dinamismo y siga siendo el mejor lugar para vivir”.

Jorge Eduardo Herrera Correa