Mérida, 16 de enero.– Empleados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tapizaron la entrada de la Casa del Pueblo con pancartas en las que exigen el pago de sus sueldos y los que fueron despedidos demandan la reinstalación en sus puestos de trabajo.
De acuerdo con Jackie Navarro, abogada de los afectados, señala que a través de estas medidas se pretende presionar al dirigente del tricolor, Francisco Torres Rivas, para que deje de ejercer acoso laboral y cumpla con la ley.