Servicio de transporte no puede condicionarse

Antes de pensar en el subsidio o elevar el pasaje debe hacerse un estudio serio, opina experto

Mérida, Yucatán, 13 de febrero de 2018.- La prestación del servicio de transporte urbano en Mérida no se puede condicionar, por eso antes de pensar en un subsidio o elevar las tarifas hay que realizar un estudio integral sobre la situación de éste, en donde se ponga por delante el beneficio de los usuarios y no se afecte a los concesionarios, opinó el presidente del Consejo Mundial de Ingenieros Civiles, Alfonso Alberto González Fernández.

Como hemos informado, empresarios transportistas han solicitado a las autoridades estatales que evalúen un posible aumento al pasaje a 13 pesos, o un subsidio mensual de 35 millones de pesos, debido a que “no pueden mejorar” su servicio por las alzas a los combustibles y las refacciones de sus autobuses.

Al respecto, el experto urbanista señaló que “no se vale” que una opción sea elevar las tarifas a los pasajeros, pues se afectaría la economía familiar, ya que son ellos quienes necesitan el servicio precisamente porque no tienen vehículo.

En entrevista para Desde el Balcón declaró que no se puede condicionar el servicio de transporte urbano “sólo porque a los concesionarios no les resulta financieramente”.

En ese sentido, recalcó que antes de pensar en un subsidio o alza al pasaje, se debe ejecutar un estudio que contemple los diferentes factores en torno al servicio, desde las frecuencias de las unidades, cuál debe ser el precio ideal o conveniente –porque no todos los pasajeros tienen la misma capacidad de ingreso-, hasta el tiempo de vida y el proceso para refaccionar los camiones.

González Fernández precisó que tiene que ser un estudio a fondo por especialistas en ingeniería, en donde también se planeen rutas que puedan ser redituables para los concesionarios, tomando en cuenta los censos de cuánta gente se sube al autobús en diferentes puntos de la ciudad y en qué horarios.

“Por ejemplo, hay algunas rutas en donde las horas pico son de 6 a 8 de la mañana, cuando los estudiantes entran a la escuela, y en ese tiempo se necesitan más unidades. Entonces mientras se espera otro horario de mayor demanda del servicio, los camiones pueden permanecer estacionados y bajar la frecuencia, eso sí, cumpliendo con los horarios establecidos”, agregó.

Indicó que no sólo se trata de presentar un diagnóstico sobre la situación económica de los transportistas a partir de los precios de los combustibles, lubricantes, llantas y demás insumos, también debe considerarse a los usuarios y de dónde provienen.

“Hay quienes se quejan de que se suben al camión muchos estudiantes y adultos mayores (quienes pagan tarifa de 3 pesos), pero esa no es nuestra culpa, así se compone nuestra sociedad”, recalcó.

Dijo que incluso se deben plantear en los estudios un programa  de costos de la vida de las unidades, en donde se incluya cómo a partir de los ingresos de los pasajes se puede garantizar cierto tiempo para refaccionarlos, y luego de algunos años adquirir nuevos autobuses, pues lo primordial es que sean de calidad para dar un buen servicio.

González Fernández opinó que los empresarios del ramo no pueden condicionar al Gobierno del Estado el servicio a cambio de un subsidio o un incremento a las tarifas, más bien antes debe existir una radiografía integral en donde se consideren todos los factores para tomar la mejor decisión.

Sostuvo que el chantaje debe estar fuera de la mesa de negociación, por el contrario, se tiene que evaluar la situación actual del servicio para que los pasajeros se beneficien.

“Y hay que ver todos los escenarios, si ya no les resulta económicamente la concesión, pues con la pena, que el Gobierno busque a otra empresa que sí le alcance, ver otras opciones”, sentenció.

Dijo que para que las autoridades puedan ayudar a los transportistas con algún tipo de subsidio, debe realizarse ese análisis serio, “porque se les puede dar el beneficio de la duda, pero para ayudarlos a resolver el problema debe existir un estudio real que los respalde”.

“No sólo es decir que no les alcanza, hay que demostrarlo, no únicamente tomar en cuenta el costo per se de la tarifa o el subsidio, hay que considerar todo lo que gira alrededor del servicio”, apuntó. (Herbeth Escalante)