Van 82 muertos por siniestros viales

Flores Ayora recalcó que estos fallecimientos pueden evitarse tomando las medidas de seguridad pertinentes

Mérida, Yucatán, 1 de mayo de 2018.- Al informar que hasta la fecha se han registrado 82 muertes en las carretas del estado durante el presente año, el auditor en seguridad vial por el Centro Nacional de Prevención de Accidentes (CENAPRA) declaró que es necesario dejar de llamar a estos hechos accidentes y empezar a referirse a ellos como siniestros viales, ya que estos hechos pueden evitarse tomando las debidas medidas precautorias.

De igual forma, consideró que cambiar el concepto de accidente por siniestro puede incidir en la percepción de los ciudadanos, para que estos sean más precavidos mientras conducen un vehículo automotor.

Al respecto, explicó que un accidente se puede definir como un hecho fortuito que ocurre por casualidad o azar, que impide que nos hagamos responsables, mientras que un siniestro se puede entender como algo que ocurre de manera causal, es decir, por la interacción de entre diferentes factores identificables, predecibles y prevenibles, los cuales “permiten que tomemos consciencia y acciones para evitarlos”.

Flores Ayora señaló que en lo que va del 2018, 82 personas han perdido la vida en las diferentes carreteras del estado por siniestros viales, de esta cifra 35 corresponden a motociclistas, 12 ciclistas, 13 viajeros, 8 conductores y 15 peatones.

Comentó que desde el 2012, en promedio fallecen 286 personas en las vías estatales.

De igual forma, dijo que además de las muertes, los siniestros viales pueden dejar secuelas, tales como una discapacidad motriz, situación que puede afectar a las familias de las personas que sufrieron el hecho.

Asimismo, Flores Ayora comentó que en el caso de los siniestros viales existe “la triada de la fatalidad”, que se refiere al exceso de velocidad, el consumo de alcohol mientras se conduce y el contacto con distractores. Por tal razón indicó que se debe evitar estos factores de riesgo.

“Los siniestros viales pueden ser considerados un problema de salud pública ya que las personas que los sufren y quedan lesionadas no pueden mantener a sus familias”, concluyó Flores Ayora. (Guillermo Castillo)